¿Ya es esto juzgar según la Biblia?
Pregunta: En nuestra época de mucho charlar, en que muchas cosas se dicen sin pensar o sin haberlas ponderado lo suficiente, existe el gran peligro de caer víctima de un espíritu de juzgar, lo que causa gran daño a la vida espiritual. Ahora quisiera preguntarle: ¿Ya es juzgar si decimos acerca de una persona:
- “Si tuviera fe no haría tal y tal cosa...”
- “Si fuera creyente no...”
- “Este creyente es un hablador...”
Respuesta: Sí. Cuando usted dice algo negativo acerca de una persona que no está presente, esto ya es juzgar. Nuestro Señor también sufría bajo este ser puesto en cuestión: “Este,si fuera profeta...” (Lucas 7:39). Este juzgar indirecto es especialmente malo y cobarde, por lo que debemos corregirnos mutuamente. Vez tras vez la Escritura nos llama a exhortarnos el uno al otro (1 Tes. 5:11; Herbr. 10:25; I Tim. 5:1-ss). En Mateo 18:15, somos llamados a hacer lo siguiente: “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, vé y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano”. Expresar críticas u observaciones negativas y conjeturas respecto a un hermano o una hermana sin hablar de ellas con la misma persona en cuestión, es una cosa muy peligrosa y equivocada. Muchas veces se hace esto aun bajo el tapujo del consejo espiritual. Así uno llega a ser calumniador. La Escritura dice: “...el chismoso aparta a los mejores amigos” (Prov.16:28). Pablo nos llama a ser capaces para “exohortar con sana enseñanza” (Tito1:9): esta autoridad la poseen solo pocos hijos de Dios, pero muchos están obsesionados por el poder destructivo de cometer –también con tapujo cristiano– asesinato con palabras. Pero el Señor Jesús dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mt. 7:1). Y exhorta en Mateo 7:2: “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido”. Es mucho más provechoso y necesario juzgarse a sí mismo: “Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados” (1 Co. 11:31).
Wim Malgo