¿Por qué se salva el justo con dificultad?

Pregunta: Muchos hermanos tienen problemas con I Pedro 4:18. Allí está escrito: “Y si el justo con dificuldad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y pecador?”

Respuesta: Este pasaje de Escritura es serio y sin ambigüedad como también todos los demás. No quiere decir otra cosa que un hijo de Dios por pura gracia, recibe la vida eterna en forma permanente. ¡Cuántas personas se han convertido por el Espíritu Santo, siendo convencidos de sus pecados en extrema aflicción del alma y con muchas lágrimas! Y en lo que al futuro se refiere, nosotros como hijos de Dios somos exhortados con gran seriedad ante una vida despreocupada. No es por nada que la Escritura exhorta tan a menudo y con muchas palabras distintas, diciéndonos que “somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firmes hasta el fin nuestra confianza del principio” (Hebreos 3:14). O como lo expresa Jesús: “...mas el que persevera hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 10:22b). El justo se salva apenas,con dificultad, porque aquí en la Tierra está salvo en esperanza; está en medio de un tiempo de aprobación.

Es preparado para la eternidad mediante la Palabra y el Espíritu Santo. Tiene que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones. Pelea la buena batalla de la fe . Mas si el Señor no le llevara de la mano, le arrastrarían los poderes enemigos. Pero se consuela con las palabras de 2a. Timoteo 2:19: “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”: Lo que Pablo quiere decir es lo siguente: Si el justo, la persona renacida, se salva por mera gracia de esta manera, o sea a través de tribulaciones y luchas, aflicción y humillación, ¿en dónde aparecerá el impío y pecador el cual desprecia la gracia y pasa por alto a Jesús? Porque está escrito: “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebr.10:31): Deberíamos echar fuera la idea equivocada que el discipulado de Jesús es un almohadón de descanso, ¡No lo es de ninguna manera!. El que entra en el discipulado de Jesús, se mete en una guerra total. Pero permaneciendo en Jesús va a ser en ella más que vencedor. (Efesios 6:12 y Romanos 8:37).

Wim Malgo

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