¿Por qué no sacar la cizaña?
Pregunta: En la parábola de la buena semilla que se siembra (Mateo 13:24 y ss.) se habla de trigo y cizaña. Cuando los criados querían ir a sacar la cizaña, el dueño de la casa dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega...” (Mateo 13:29-30a). ¿Cómo hay que comprender esto?
Respuesta: A mi entender, la cizaña, que crece juntamente con el trigo bueno, representa a los hijos del mundo. El llamado a dejar crecer las dos cosas juntas hasta la cosecha significa: dejen a los impíos. No tenemos la orden de mejorar al mundo y de cambiar la cizaña en trigo de Dios. Pero sí, tenemos la orden de anunciar sencilla y simplemente el Evangelio de Jesucristo al mundo, tenemos que ofrecerle la salvación, “escuchen, o dejen de escuchar” (Ez. 3:11b). Pues cuando comenzamos a ocuparnos con la maldad de los impíos y sus brotes, entonces, pronto el Evangelio es rebajado a un evangelio social. Vemos que esto pasa alrededor de nosotros más que suficiente. Si luchamos siempre contra la injusticia, las doctrinas falsas y los siervos de satanás, estos nos absorberá tanto que descuidaremos la defensa más potente que Dios ha dado en nuestras manos: la proclamación del Evangelio. Es verdad que no se puede negar la gravedad del peligro de que creyentes, en su afán, se ocupan tanto con problemas mundiales tratando de solucionarlos hasta que ellos mismos queden manchados y paralizados .Pues ¿por qué está siempre sucio un limpiador de chimeneas? ¡Justamente porque trabaja en las chimeneas! “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega...”.
Wim Malgo