
¿Qué puede esperar Israel de Siria?
Lo que pasó en Siria trajo un cambio histórico con vastas consecuencias políticas – —y esto no solamente para Siria. Para ella trajo el final de una tiranía de más de 50 años, ejercida primero por Hafez al-Assad (desde 1971) y luego por su hijo Bashar (desde 2000). Solo en el curso de la sangrienta guerra civil siria se le contribuye atribuye al expresidente Bashar al-Assad la responsabilidad por la muerte de más de medio millón de sus compatriotas. Más de la mitad de los 24 millones de sirios son fugitivos en su propio país, mientras que unos siete millones lograron escapar al exterior.
A penas se conoció la victoria sobre este régimen dictatorial, la atención en Siria se dirigió hacia Israel. El comentador de asuntos árabes en el canal de televisión israelí i24news, Baruj Yedid, habló con Fahd al-Masri, un sirio nacido en Damasco, que se vio obligado a exiliarse en Francia a principios del milenio por motivos políticos. Cuando estalló la guerra civil en su país en 2011, militó activamente en la oposición. Entre otras cosas, cofundó el Frente de Salvación Nacional en 2014 y actuó como portavoz del Ejército Sirio Libre.
Sorprendió la franqueza de Al-Masri en la entrevista con el periodista israelí, cuando le dijo: “Sin los golpes que ustedes les infligieron a Hezbolá e Irán no habríamos podido liberar Siria. ¡Gracias, Israel! Esta es una victoria tanto de Israel como de nuestros hermanos y nuestros vecinos”. De cara al futuro, al-Masri repitió una visión que lleva expresando públicamente desde 2016: “Construiremos la paz junto a ustedes (israelíes)”.
Israel solo puede responder con entusiasmo a esta idea. Por el momento, sin embargo, lo único claro es el final de la dictadura de la familia Assad. El grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (HTS), responsable de la derroca de Assad, representa a una unión de varios grupos militantes. Originalmente se conocía bajo el nombre Jabhat al-Nusra y, en última instancia, es un punto de reunión de antiguos combatientes de las organizaciones terroristas Al Qaeda y Estado Islámico. El líder del HTS, Abu Mohammad al-Jolani, subrayó que él y sus seguidores habían renunciado a la ideología del islam radical propagado por Estado Islámico.
Hasta aquí todo bien, pero ¿qué significa esto para la trayectoria futura de estos combatientes? Es indiscutible que los 25.,000 miembros armados del HTS lograron un enorme éxito militar en muy poco tiempo. Sin embargo, se enfrentan a un caos total en toda Siria, con innumerables grupos armados de muy diversos bandos. Esta situación no sienta las bases para una situación estabilizada.
Por eso el Estado de Israel tomó decisiones importantes inmediatamente después de la caída del dictador sirio. Los dirigentes de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y los dirigentes políticos sabían que tenían que actuar en seguida. La caída de un régimen cruel en Oriente Medio puede ser una buena noticia, pero no es ninguna garantía de un desarrollo positivo en el futuro. Israel decidió entonces actuar, aprovechando el vacío de poder. En muy poco tiempo, los soldados israelíes avanzaron sobre la parte siria del monte Hermón, en los Altos del Golán, que es de gran importancia estratégica. No había tropas sirias estacionadas allí, por lo que Israel pudo tomar la posición. Poco después, lanzó otra ofensiva y destruyó no menos del 80% del ejército de Assad en 48 horas. Bases aéreas, sistemas de ataque y defensa, depósitos de armas, instalaciones de investigación y mucho más quedaron inutilizados en cientos de ataques aéreos. Esto también impidió que estos recursos militares cayeran en manos equivocadas.
Detrás de estas acciones se esconde también un claro mensaje de Israel: el “anillo de fuego” construido por Irán alrededor de Israel con el objetivo de destruir el Estado judío ha empezado a resquebrajarse como consecuencia del debilitamiento de Hezbolá, apoyado por Iránel régimen de los Ayatolás. Y ahora, este anillo de fuego se ha derrumbado masivamente, pues Irán ha perdido su punto de apoyo sirio. El hecho de que Israel pueda mirar, casi sin obstáculos, desde Siria hacia el este y hasta Irán, representa una derrota aún mayor para el régimen de los ayatolás que sus infructuosos ataques contra Israel en 2024.
Estas nuevas constelaciones crean oportunidades. Israel tiene grandes esperanzas de que así, el nuevo Oriente Medio dé grandes pasos hacia tiempos más pacíficos.