
Israel tiene muchas razones para mirar atrás con orgullo, a pesar de uno de sus peores años
2024 fue un año lleno de desafíos para Israel, ya fuera en el campo de batalla, en el frente de la delincuencia o en las calles. El panorama político se caracterizó por los trucos sucios, y uno de los procesos judiciales contra el primer ministro Benjamin Netanyahu siguió su curso, una cuestionable primicia para un primer ministro en ejercicio que se sentaba en el banquillo de los testigos. Internacionalmente, Israel se enfrentó a una distorsión de los hechos sin precedentes , a la marginación y a una ola de antisemitismo que apenas puede expresarse con palabras.
Y sin embargo: Israel tiene todos los motivos para estar orgulloso. Los voluntarios hicieron un trabajo increíble, apoyados por voluntarios de todo el mundo judío y respaldados por la abrumadora solidaridad de muchas personas en todo el mundo. A pesar de sus propias emergencias, Israel siguió ayudando a otras naciones en situaciones de crisis. La reconstrucción se inició en el sur del país y comenzó tímidamente en el norte. El país está decidido: De las ruinas surgirá algo mejor.
En vista del ostracismo internacional de Israel, la actuación ininterrumpida del país es notable. Israel logró un respetable puesto en el Festival de Eurovisión y regresó de los Juegos Olímpicos de París con más medallas que nunca. También en el ámbito académico, donde Israel también tiene que enfrentarse a la marginación, sus científicos batieron récords en forma de premios y nombramientos de renombre internacional.
El ejército israelí merece un reconocimiento especial, sobre todo por sus destacados logros en el campo de la defensa antiaérea. Aunque 2024 no fue un año álgido para la inversión extranjera, Israel cimentó su reputación como líder mundial en cibertecnología e inteligencia artificial. El país también presentó al mundo su primer ordenador cuántico. Los éxitos en el sector civil son tan numerosos que iría más allá del alcance de este informe enumerarlos todos. Sin embargo, una cosa está clara: a pesar de las circunstancias adversas, Israel sigue siendo un país que continúa superándose a sí mismo.