El peligro de los drones

Antje Naujoks

En otoño de 2022, cuando Rusia utilizó drones iraníes contra Ucrania, el mundo se dio cuenta por primera vez de que los enemigos de Israel disponen de drones kamikazes extremadamente potentes. Hoy, estos objetos voladores le complican la vida a este país diariamente. En su primer ataque contra Israel, en abril de 2024, Irán no tuvo éxito con sus drones. Les llevaba mucho tiempo viajar, se podían rastrear fácilmente y no era demasiado difícil neutralizarlos. Mientras tanto, sin embargo, los enemigos de Israel han aprendido cómo proceder para que los drones puedan acercarse sigilosamente sin ser detectados.

En varias ocasiones, también los rebeldes yemeníes hutíes lograron lanzar sus drones engañando a las fuerzas armadas internacionales estacionadas en el mar Rojo. Otros más, lanzados por las milicias proiraníes en Irak, llegan a Israel desde el este. En la región del mar de Galilea, los drones procedentes del este causaron repetidamente alarma, obligando a los residentes de una zona extendida a refugiarse durante largos periodos de tiempo. Pero los drones de Hezbolá, procedentes del Líbano, están causándole a Israel un quebradero de cabeza aún mayor. Uno de estos dispositivos, que volaba bajo y penetró en Israel al amparo de una salva de cohetes, mató a varias docenas de soldados en un cuartel del ejército israelí cerca de Binyamina. Varios civiles israelíes murieron en otros ataques de este tipo.

Hezbolá se alegró no solo por este motivo, sino también porque un avión no tripulado fue capaz de penetrar por la ventana del dormitorio de la residencia privada del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Herzliya, lo que le valió los elogios de Irán. Pero Israel, conocida por ser una nación emprendedora, no se desanima: los ingenieros llevan ya tiempo trabajando para cerrar esta brecha defensiva.

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