La Futura Restauración del Pueblo de Israel

Michael Vlach

Muchos creen que la Iglesia reemplazó a Israel en el Plan de Dios. En esta serie, el autor hace un examen crítico de la llamada teología de la sustitución (o supercesionismo) y nos muestra que podemos confiar en un Dios fiel a sus promesas.

Aunque el NT no hablara en ninguna parte de una futura salvación y restauración de Israel, habría razones suficientes para creer en ella, puesto que Dios ya había prometido esta restauración en el pasado y nunca había revocado sus promesas. Rechazamos la pretensión de que Dios deba repetir sus promesas anteriores para que sigan vigentes. El mero hecho de que Dios afirme la salvación y restauración de Israel en el Nuevo Testamento es razón suficiente para creer en un futuro para Israel. Los textos que prueban y confirman esta restauración de Israel incluyen Mateo 19:28/Lucas 22:30; Mateo 23:37-39/Lucas 13:35; Lucas 21:24; Hechos 1:6 y Romanos 11.

Mateo 19:28 y Lucas 22:30
Las palabras de Jesús en Mateo 19:28 y Lucas 22:29-30 prueban explícitamente que él contaba con una restauración nacional de Israel. Mateo 19:28 dice: “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”.

Según el Evangelio de Lucas, Jesús declaró en la última cena: “Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel”.

Las palabras de Jesús describen lo que sucederá en el futuro. En la “regeneración“ de del mundo y el establecimiento del reino de Dios, los apóstoles se sentarán en doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. Saucy señala, con razón, que estos dos pasajes “nos confirman en la convicción de una futura restauración de Israel”. En su análisis del término “reino de Dios”, Schmidt señala que en Mateo 19:28 y Lucas 22:29-30, Jesús expresó la esperanza de sus contemporáneos judíos de una restauración nacional de Israel:

“Incluso cuando la atención no se centraba en las esperanzas nacionales y políticas, sino en la salvación del mundo entero en los últimos tiempos, para los contemporáneos de Jesús seguía siendo importante que Israel ocupara un lugar destacado. Israel iba a resucitar con nueva gloria, y las tribus y naciones dispersas iban a acudir en masa a la nueva Jerusalén. Jesús compartía esta esperanza. Da a sus doce discípulos un cargo judicial y administrativo en el reino de Dios como representantes de las doce tribus del pueblo santo”.

Lowery escribe que “Mateo anima a adherirse a la labor misionera en Israel como medio de hacer realidad la esperanza de que Israel será restaurado algún día”. Así pues, la declaración de Jesús en 19:28 es “una expresión de expectativa segura de que esta restauración tendrá lugar efectivamente”. Blaising también cree que Mateo 19:28 confirma las profecías del AT y su anuncio de un reinado político por parte del Mesías sobre Israel y sobre las naciones: “En resumen, vemos a Jesús confirmando la tradición de la profecía y el apocalipticismo del AT y anunciando un reino político mundial venidero en el que reinará sobre Israel y todas las naciones como el Mesías de la Casa de David. Lo vemos haciendo preparativos para la administración de este reino venidero prometiendo a sus discípulos puestos de gobierno a su lado”.

Pero ¿es también posible que Jesús esté hablando de la Iglesia en Mateo 19:28 o Lucas 22:30? ¿Son las doce tribus representantes de un nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, en el que las diferencias étnicas ya no tienen ninguna importancia? Al menos eso es lo que afirman los teólogos supercesionistas. En su comentario sobre Mateo 19:28, Hill escribe: “Las doce tribus son el nuevo Israel —probablemente la Iglesia”. Mounce explica: “El simbolismo de las doce tribus se introduce en el Nuevo Testamento para describir a la iglesia cristiana”. France escribe en su comentario sobre Mateo 19:28: “Esta imagen se transfiere notablemente a los seguidores de Jesús como ‘el verdadero Israel’, que ocupa el lugar de la nación incrédula”. Según Lange, la mención de las doce tribus de Israel “debe entenderse en sentido simbólico y se refiere a todo el cuerpo de creyentes (véase Apocalipsis 21:12)”. Esta afirmación no me parece convincente.

Saucy argumenta: “Hay que rechazar la idea de que Jesús esté hablando aquí de un nuevo Israel espiritual. Mateo siempre hace una clara distinción entre gentiles y judíos. Lucas también utiliza siempre el término ‘Israel’ para referirse al pueblo judío”. Lowery escribe en su comentario sobre Mateo 19:28: “Esta autoridad ha de ejercerse con respecto a Israel, y con esto Jesús no se refiere a la Iglesia, sino al pueblo judío. Aunque algunos comentaristas se refieren a la Iglesia como el nuevo Israel o el verdadero Israel, Mateo y otros escritores del Nuevo Testamento nunca lo hicieron”. Gundry también sostiene esta opinión: “Ni Jesús ni Mateo se referían a la Iglesia con [el término] ‘Israel’“. Estoy de acuerdo con las siguientes palabras de Harrington: “No hay razón para interpretar que las doce tribus simbolizan a la Iglesia. Mateo se refería al pueblo de Israel”.

Sin duda, los apóstoles entendieron las palabras de Jesús en Mateo 19:28 como una referencia a la nación restaurada de Israel. Incluso después de cuarenta días de enseñanza sobre el reino de Dios, los apóstoles seguían centrándose en la restauración de Israel (véase Hechos 1:3,6). Por tanto, de acuerdo con Sanders, llego a la conclusión de que “según Mateo 19:28, Jesús esperaba que Israel fuera restaurado”.

También se puede llegar a la misma conclusión en Lucas 22:29-30. Según Nelson, las “doce tribus” de 22:30 no se refieren a la Iglesia, sino al pueblo judío. En los Evangelios sinópticos y en los Hechos de los Apóstoles no hay un solo pasaje “en el que el término ‘Israel’ no se refiera al pueblo judío, a la nación judía, al Israel del AT… Por tanto, es muy poco probable que Lucas quisiera dar un nuevo significado cristiano a esos términos que siempre se han utilizado para referirse al pueblo de Israel (compárese Gálatas 6:16)”. Por esta razón, Lucas 22:30 muy probablemente también se refiere al pueblo étnico de Israel: “Las doce tribus de Israel en Lucas 22:30b deben entenderse como una referencia al Israel del Antiguo Testamento —el pueblo de Dios. Lucas no estaba pensando en un nuevo Israel diferente del antiguo, sino en un Israel que vuelve a sus raíces y cuyo Mesías ha llegado, acogiendo a todos los que se arrepientan y crean en él“.

Los intentos de entender el término Israel en estos pasajes como una referencia a la Iglesia no son convincentes. Boring describe la opinión de que la Iglesia es el nuevo Israel según Mateo 19:28 como una “interpretación errónea”. Él afirma: “El concepto de la Iglesia como el ‘nuevo Israel’ es ajeno a Mateo. Él siempre utiliza el término ‘Israel’ en un sentido empírico. Dado que el Israel escatológicamente restaurado también debe ser juzgado y purificado como la Iglesia, no se puede equiparar sin más a la Iglesia con Israel”. Lo mismo se aplica al Evangelio de Lucas. Según Wainwright, Lucas “en ninguna parte se refiere explícitamente a la Iglesia como Israel, y no hay razones suficientes para creer que tenga a la Iglesia en mente cuando habla de la restauración de Israel. Se refiere a la nación judía”. Según Jervell, “Lucas nunca utiliza el término ‘Israel’ para referirse a una comunidad formada por judíos y no judíos”. Así pues, Mateo 19:28 y Lucas 22:30 muestran explícitamente que el NT afirma la restauración de la nación de Israel, en lugar de guardar silencio al respecto, como afirman algunos teólogos supercesionistas.

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