¿Enseña Mateo 21:43 que Dios ha rechazado permanentemente a Israel?

Michael Vlach

Un examen crítico de la enseñanza de que la Iglesia ha reemplazado a Israel y un examen de los pasajes bíblicos utilizados para apoyar esta posición. Primera parte. 

El supersesionismo o la Teología del Reemplazo [La doctrina de que la Iglesia ha reemplazado a Israel en el plan de salvación de Dios] se basa en las siguientes cuatro premisas teológicas: 

- el NT enseña que Israel ha sido expulsado para siempre por Dios; 

- el uso de términos del Antiguo Testamento para la Iglesia muestra que ella representa el nuevo Israel; 

- la unidad entre judíos y gentiles excluye un papel futuro para el pueblo de Israel; y 

- la relación de la Iglesia con el Nuevo Pacto la convierte en la única heredera de los pactos de Israel. Demostraré que todos los cuatro argumentos de la teología de la sustitución son incorrectos.

El repudio permanente de parte de Dios al pueblo de Israel
Según los teólogos supersesionistas, el NT enseña el rechazo permanente de Israel como pueblo de Dios. Un pasaje clave para este punto de vista es Mateo 21:43 donde, según estos teólogos, hay dos puntos principales en juego: primero, Jesús le quitó el reino a la nación de Israel para siempre. En segundo lugar, la nación a la que se entregará este reino es la Iglesia, de lo que se deduce que el plan de Dios ya no contempla un papel para la nación de Israel.

Además de muchos defensores de la interpretación supersesionista de Mateo 21:43, también hay bastantes voces contrarias cuyos argumentos pueden dividirse en dos categorías. 

Rechazo parcial
Según algunos comentaristas, el pronombre “vosotros” de Mateo 21:43 no se refiere a toda la nación, sino solo a los dirigentes de Israel en aquel momento. Boring, por ejemplo, pregunta: “¿Quiénes son aquellos a quienes se les quitará el reino? ¿Quién es la nación que recibirá este reino? En este contexto, es claramente a los sumos sacerdotes y fariseos, y por tanto a las autoridades judías, a quienes se dirige, no a toda la nación”. Un argumento similar proviene de Kupp: “La creciente antipatía de Jesús hacia las autoridades judías nunca ha llevado a un rechazo del pueblo judío. Incluso en 21:43 es claramente a los líderes a quienes se dirige, no a la multitud”.

Según Mateo 21:45, “[los líderes religiosos] reconocieron que se dirigía a ellos”, argumenta Saldarini. Según él, el punto de vista supersesionista está más en consonancia con las premisas de su propia teología que con el significado real de Mateo 21:43: “Esta interpretación […] se ve solapada por varios problemas, en los que, sobre todo, no se puede pasar por alto que en Mateo el sumo sacerdote y los fariseos aplican esta parábola a sí mismos y no a Israel en su conjunto (21:45)”.

Rechazo temporal
A pesar de los numerosos defensores de esta opinión de que Jesús no rechazó a todo el pueblo judío, sino solo a las autoridades religiosas, todavía hay una interpretación mejor de Mateo 21:43. La afirmación de que Jesús no rechazó a todo el pueblo de Israel, sino únicamente a sus líderes religiosos, es inapropiada, ya que está claro por otros pasajes como Mateo 23:37-38 y Lucas 19:41-44 que de hecho, se refería a toda la nación judía.

En mi opinión, Mateo 21:43 debe entenderse en el sentido de que el reino de Dios será arrebatado a la entonces incrédula nación de Israel y entregado a un futuro Israel creyente. Mateo 23:37-39 contiene algunas afirmaciones que apoyan esta interpretación. En los versículos 37-38 el Señor anuncia el juicio sobre Jerusalén y sobre el pueblo de Israel, a pesar de sus intentos de recogerlo como una gallina recoge a sus polluelos bajo las alas. Pero en el versículo 39 hay un rayo de esperanza: “Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Aunque el juicio sobre la nación de entonces era inevitable, Jesús anunció un día en que una nueva generación de israelitas reconocería a su Mesías. 

Según Fruchtenbaum, “la cuestión es que el reino de Dios será arrebatado a la generación actual y entregado a una futura generación de Israel”. Esta generación es ese “todo Israel” que se salvará según Romanos 11:26, ese pueblo que, según Zacarías 12:10, “…mirarán a mí, a quien traspasaron”. Por tanto, estoy de acuerdo con Saldarini cuando considera la equiparación de la “nación” con la Iglesia en Mateo 21:43 como un punto de vista típico de la teología cristiana del siglo II.

Sin embargo, aunque la “nación” de Mateo 21:43 fuera la Iglesia, esto seguiría sin ser una prueba de la teología del remplazo. La inclusión al Reinado de Dios de naciones no judías, no excluye una futura restauración de Israel como heredero del reino. Tanto los pasajes del Antiguo Testamento como los del Nuevo, hablan claramente de que el reino de Dios incluirá a los no judíos; su inclusión en ese reino no prueba que Israel haya sido desechado para siempre. Los supersesionistas tendrían que demostrar que, según Mateo 21:43 y otros pasajes, Israel está excluido para siempre de la promesa del reino de Dios. Sin embargo, Mateo 21:43 no cumple este requisito.

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