Fuerza espiritual para cada día
“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Corintios 15:57
Muchos preguntan “¿Qué debo hacer para tener victoria constante sobre mi vieja naturaleza?”. Eso se debe a que en nuestra vida diaria, muchas veces, casi que ni se nota esa vida victoriosa. Por eso es válido que también preguntemos: ¿Crees que Jesucristo murió realmente en la cruz? En caso de que respondas afirmativamente, vale lo que dice Romanos 6:6: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” Permíteme explicarte: En el momento en que el enemigo intenta provocarnos por medio de personas que nos ofenden, calumnian o comenten otras injusticias, tenemos la oportunidad de probar que creemos en el poder de la muerte de Jesús. Precisamente, en una ocasión así, es que se manifiesta el “estar crucificado con Cristo” como el secreto de nuestra victoria sobre todo lo que es negativo. Dios provee para que en nuestro diario vivir seamos constantemente confrontados con el crucificado. Nos encontramos con la cruz en todas partes. Si no tuviésemos pruebas, no tendríamos oportunidad de practicar la victoria de Jesucristo conquistada en la cruz. Esa es la razón por la que deberíamos amar, mucho más, a aquellos que nos lastiman en nuestros puntos más sensibles pues, en cada tentación, tenemos la posibilidad de exclamar lo que está escrito en 2 Corintios 2:14: “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús.”