Fuerza espiritual para cada día
“Lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.” 2 Corintios 7:4
Esta inefable alegría no está basada en algo pasajero, sino en el eterno amor de Dios, el cual no puede cambiar por nada, y que nos exalta en Cristo: “Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.” ¡En que forma tan maravillosa somos exaltados!
Por más terribles o monótonas que sean nuestras experiencias de vida, no tienen poder para atacar al amor de Dios en Cristo Jesús, siempre y cuando estemos en El y permanezcamos en El. Ya que el Señor dice acerca de nuestra existencia terrenal: “... estoy con vosotros.” Nuestro Señor Jesús está a la derecha de la majestad en las alturas y, al mismo tiempo, si tú le permitiste entrar, mora en tu corazón por el Espíritu Santo. ¡Qué maravilla obtenida por la gracia de Jesús! Aquí Pablo quiere decir lo siguiente: Que Cristo mora en nosotros para que podamos comprender con todos los santos “cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y... conocer el amor de Cristo...” ¡Cuatro dimensiones del amor de Dios! ¡Cuán grandemente somos exaltados los hijos de Dios! Tú has resucitado con El, y has sido colocado en los lugares celestiales - a una altura infinita. Ahora podemos entender lo que significa estar en los lugares celestiales durante nuestra vida terrenal.