Fuerza espiritual para cada día
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” Salmo 43:5
¿Estás intranquilo y te sientes estresado? Las palabras “no tengo tiempo” son como latigazos del diablo. La prisa lleva a muchos a la sepultura antes de tiempo. “No tengo tiempo” - a pesar de todos los medios modernos que nos ayudan a ser más rápido en el tránsito y en nuestro trabajo, a pesar de muchas facilidades que no existían antiguamente. Muchos son esclavos de este espíritu de prisa. ¡Pero Jesús también derrotó a este espíritu! ¿Como puedes liberarte del mismo? No es por medio de mayores esfuerzos, sino por medio de más oración. Cuando estás de rodillas, el Señor te muestra en Su palabra el camino para la liberación de este espíritu de prisa. El nerviosismo es una consecuencia de la prisa. Proverbios 14:30 dice: “El corazón apacible es vida de la carne.”
¿Por qué está tan inquieto y tan nervioso tu corazón? No es porque no logras realizar todos esos trabajos que están esperando para hacerse, ni tampoco porque las preocupaciones son demasiado grandes, sino porque tú no confías en el Señor. La inquietud interior es la falta de fe. Mas, invirtiendo la situación, puedes tener un corazón sereno, aun en medio de mucho trabajo, si tu corazón descansa en Jesucristo.