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En breves palabras quiero presentarte una verdad que puede cambiar el rumbo de tu vida. Esto puede sonar exagerado pero algún día – lo creas o no - comprobarás que es una realidad.
Hace muchos años una señora se me acercó en la parada del autobús y amablemente comenzó hablarme. En cierto momento me dijo que había un solo camino para ser feliz y sinceramente eso no me llamó la atención ya que mi vida – a mis ojos – era “feliz”. Obviamente con las dificultades diarias de la vida pero sin ningún sobresalto. Si soy sincero mientras la señora hablaba en lo único que pensaba era en las cosas que tenía que hacer cuando llegara a mi trabajo así que lo único que yo hacía era asentir con mi cabeza. Vino el autobús y nunca más volví a ver a esa amable señora.
Dos meses más tarde me enfrenté a la muerte de un amiga muy cercana. Fueron momentos difíciles pues tan sólo tenía 28 años. En su funeral en cierto momento alguien se levantó y comenzó a hablar y todos prestaron mucha atención. Nuevamente oí hablar de un solo camino el único para llegar a Dios. Yo sólo escuché y al término de la breve charla mi mente pasó a otra cosa.
Esa misma noche me sentía intranquilo y no podía dormir. Lo atribuí al shock de haber perdido inesperadamente a una gran amiga. Ya tarde como a las 3 de la mañana comencé a pensar en qué pasaría después de la muerte. ¿Habría un cielo? ¿O un infierno? ¿Sería verdad todo lo que había oído en este último tiempo?
Al día siguiente pude ubicar a Esteban la persona que había hablado en el funeral; esa tarde junto con mi esposa nos encontramos con él en mi casa. Ahora sí mi mente estaba atenta a las palabras de este hombre. Le planteamos todas nuestras dudas e inquietudes.
Una de las primeras cosas que él dijo es que sin “fe” es imposible llegar a Dios. Siendo la “fe” la confianza y la seguridad en Dios de que uno recibirá lo que espera. El estar convencido de que algo existe aun cuando no se pueda ver.
Dios creó todas las cosas. Y a pesar que el ser humano - incluidos tú y yo - lo haya rechazado ya sea con palabras o hechos le da una nueva oportunidad de creerle y aceptarle.
Yo me veía como una buena persona. Tengo una hermosa familia un trabajo estable y trato de conducirme lo más honestamente posible. Cuando oí que estaba condenado por mi pecado mi pensamiento fue: “Si vivo una vida honesta… ¿cómo puedo estar condenado por mi pecado?” En ese instante Esteban abrió su Biblia y leyó: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad porque todos pecaron” “Porque la paga del pecado es muerte eterna mientras que la dádiva (o regalo) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Entendimos mi esposa y yo que éramos pecadores y necesitábamos ser reconciliados con Dios. Cuando Jesús voluntariamente murió en la cruz asumió el pecado de todos las personas incluyendo el tuyo y el mío. En cierta ocasión Jesús dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida nadie llega a Dios si no es por mí”. Mi esposa y yo reconocimos este camino y lo tomamos. Pusimos nuestra fe en Él. Ese día oramos juntos pidiendo a Dios que perdonara nuestros pecados y que comenzara a vivir en nuestras vidas.
La Biblia también dice que “El que cree en Jesús no es condenado pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.” El camino que rechaza a Dios lleva a un destino de infelicidad y de sufrimiento eterno.
La pregunta es: ¿qué camino tomarás?... Jesús dijo: “el que viene a mí no le echo fuera”. ¡Tu decisión tiene consecuencias eternas no lo olvides!
Tratado Evangelístico (100 unidades) COLORIDO