Fuerza espiritual para cada día
“... y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.” 1 Tesalonicenses 1:9
¿Cómo fue el ministerio del Señor Jesús aquí en la Tierra? Fue una completa entrega a Su Padre, fue un querer hacer lo que Su Padre quería, en forma incondicional. La vida de Jesús fue un continuo y santo culto a Dios. Este más que excelente ministerio, alcanzó su apogeo en el derramamiento de Su vida eterna y de Su sangre sobre una tierra sujeta a muerte. “Yo les doy vida eterna.”
¿Cómo debe ser el ministerio de aquellos que aman y siguen al Señor, cómo debe ser nuestro ministerio? Exactamente como el ministerio de nuestro Maestro. Pues tan sólo en el mismo ministerio podemos ser semejantes a él. Por tanto, observe al Señor en su servicio, y sabrá cómo debe servirle: “Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir...” Entonces, podríamos también decir: Los verdaderos convertidos son reconocidos por su constante servicio. La actividad religiosa de muchos, al contrario, es una caricatura de este servicio abnegado. ¿Eres tú un siervo de Jesucristo o un siervo de la carne, con lo cual actúas dentro de la naturaleza de Satanás? Me temo que muchos cristianos se apartaron de Cristo porque se apartaron del camino del servicio.