Fuerza espiritual para cada día
“¡Cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!” Hebreos 9:14
¿Cuál fue el propósito de Jesús al servir a Dios? El derramó Su vida para que nosotros fuésemos capacitados para servir. En otras palabras: El infinito poder de victoria del servicio de Jesús es la fuente de poder de tu servicio y el mío. En Jesucristo tenemos todo. ¡Por lo tanto, cuán tonto es entregarse a la anarquía y, de esta manera, someterse al dominio del enemigo!
Observemos el carácter del servicio de Jesús: El tenía el elemento de la completa espontaneidad. Con Dios no hay un servicio forzado, o un servicio por obligación. El Señor Jesús dice se sí mismo, de Su vida: “Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo.” Ya en tiempos de Josué, al final de su vida, podemos notar esta espontaneidad: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehovah.” Sólo es necesario una decisión libre y concreta de tu voluntad: Me quiero separar del poder de Satanás, y quiero vivir y servir bajo el reinado del Señor Jesucristo.