Fuerza espiritual para cada día
“Y por esto mismo, poniendo todo empeño, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia; a la perseverancia, devoción.” 2 Pedro 1:5-6
Todos estos son frutos de la naturaleza divina en ti, con tal que pertenezcas a Jesús, con tal que conozcas a Jesús. Pedro lo conocía. El sabía que pronto tendría que morir, pero estaba lleno de una radiante y viva esperanza, porque él Lo conocía. “¡Si conoces a Jesús..!” Así comienza un himno. ¿Cónoces a Jesús? Si realmente dices sí al Gólgota, entonces, también se encenderá en ti este fervor, este primer amor hacia Jesús. El se manifiesta a quien Lo pone en primer lugar y lo ama por encima de todo, con todo el corazón y con toda el alma. El mismo prometió: “El que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.” Entonces, concocerás más y más a Jesús y, en tu vida diaria, serás más que vencedor. Si conoces ahora, en el presente, a Jesús, El también te reconocerá en aquel gran día. Entonces, El te tomará de la mano y te llevará a su reino celestial, donde serás salvo por la eternidad.