Fuerza espiritual para cada día

“Ben­di­to el hom­bre que con­fía en Je­ho­vah, y cu­ya con­fian­za es Je­ho­vah.” Je­re­mí­as 17:7

Te­ne­mos que apren­der a con­fiar com­ple­ta e in­con­di­cio­nal­men­te en el Se­ñor: “El es es­cu­do a to­dos los que en él se re­fu­gian.” Las de­cep­cio­nes cau­sa­das por nues­tro pró­ji­mo no de­be­rí­an amar­gar­nos, si­no lle­var­nos a la co­rrec­ción y a la con­vic­ción: No he con­fia­do en el Se­ñor. Aun­que se de­rrum­be to­do lo que has cons­trui­do du­ran­te años co­mo in­fraes­truc­tu­ra de tu vi­da, no te des­a­ni­mes. La San­ta Es­cri­tu­ra nos ex­hor­ta: “No des­e­chéis, pues, vues­tra con­fian­za, la cual tie­ne una gran re­com­pen­sa.” ¡El Se­ñor de­rrum­ba­rá, ca­da vez más, to­do apo­yo te­rre­nal en el cual re­po­se­mos, pa­ra que ten­ga­mos a Je­sús y so­la­men­te a El! No fue así no más que Abra­ham lle­gó a ser el pa­dre de to­dos los cre­yen­tes, si­no que el Se­ñor le qui­tó, po­co a po­co, las co­sas so­bre las cua­les se apo­ya­ba. Jus­ta­men­te en es­tos tiem­pos fi­na­les, ca­da vez más os­cu­ros, te­ne­mos mu­chas más oca­sio­nes pa­ra hon­rar al Se­ñor con una com­ple­ta con­fian­za fren­te a El. Por eso, ore­mos: “Sal­va, oh Je­ho­vá, por­que se aca­ba­ron los pia­do­sos; por­que han des­a­pa­re­ci­do los fie­les de en­tre los hi­jos de los hom­bres. ”

ContáctenosQuienes somosPrivacidad y seguridad