Fuerza espiritual para cada día
“...y por medio de él reconciliar consigo mismo todas las cosas, tanto sobre la tierra como en los cielos, habiendo hecho la paz mediante la sangre de su cruz.” Colosenses 1:20
Todo el mundo está en oposición a Israel, porque fue allí que Dios hizo la paz, a través de la sangre de Jesucristo, en la cruz del Gólgota. ¡El es nuestra paz! Esta es, en realidad, la causa por la cual el mundo rechaza a Israel y, con esto, le dice no al Hijo de Dios, quien vino y vendrá otra vez, diciéndole no también a la paz de Dios. Pues Jesús no solamente es nuestra Paz, sino también la Luz del mundo. La paz sin luz no existe. La Palabra, la Luz, y la Paz - se reúnen en Jesucristo. El es la Palabra hecha carne. El es la Luz. El es nuestra Paz. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” La Palabra te ilumina y te corrige y, de esta manera, puedes llegar al Gólgota, a la cruz. Allí, a la luz de la Palabra de Dios, serás purificado de todo pecado por la sangre del Cordero y, luego, la paz de Dios llenará tu corazón. ¡Alrededor de ti seguirán los amotinamientos pero, en medio de la creciente agitación, tú podrás estar lleno de la paz de Dios!