Fuerza espiritual para cada día
“¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos traman cosas vanas?” Salmo 2:1
Los actuales acontecimientos de la política mundial se parecen a un huracán. Los eventos se van precipitando. Todo está en movimiento. Si miramos el huracán desde adentro, nos confundimos y entramos en pánico. El amotinamiento de las naciones y de los individuos es cada vez mayor. Se clama por justicia social, aunque los que claman permanecen siendo egoístas. En las manifestaciones se clama por paz, pero los que claman no tienen paz con Dios. Esta es la fatal contradicción: Dicen “paz, paz”, pero no hay paz.
¿Existe quizás esta contradicción divisoria también en tu corazón? ¿Exiges de los demás lo que a ti te falta? Los desesperados esfuerzos por crear un mundo mejor con medios humanos, son cada vez más intensos. Pero están condenados a fracasar, porque las naciones se vuelven contra el pueblo que fue el mediador de la paz de Dios en la tierra, a través de Jesucristo. Esta es, en realidad, la crisis mundial en nuestros días. Pero escondido en el huracán de la política mundial se encuentra el tranquilo y apacible susurro de Dios. La verdadera paz, el Reino de paz y el Príncipe de paz vendrán, vendrán a Israel y se establecerán en Israel. Satanás quiere adelantar esto, hoy en día, por lo cual todo lo que parece paz, es, en realidad, una falsa paz y una falsa felicidad.