Fuerza espiritual para cada día
“Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!” Mateo 25:6
El renacido espera la venida de Jesús con ansiedad y alegría. Podemos resumir esos gloriosos frutos del renacimiento en tres palabras: Salvación, plenitud y espera. Salvo del pecado, libre de Satanás, de la muerte y del juicio. Lleno del Espíritu Santo. Y el cristiano verdadero también tiene una esperanza viva por la venida de Jesús. Sabemos que la venida de Jesús está cercana. El puede venir en cualquier momento, ya que él mismo dice: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Con “estas cosas” Jesús se refiere a las señales de los tiempos, especialmente a Israel. Y, de hecho, vemos como en todas las naciones, las personas renacidas levantan sus ojos llenos de esperanza hacia lo alto, y dicen en espíritu: “Amén, sí, ven Señor Jesús.” Vivimos en una época extraordinaria, en la que las profecías bíblicas se cumplen delante de nuestros ojos. Por eso, aguardamos al Señor en cualquier momento. ¿Esperas tú con alegría Su venida? ¿Estás preparado? “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven.”