¿Ya no peca una persona renacida – todo ha sido hecho nuevo?
Pregunta: 1 Juan 3:9 me intranquiliza en gran manera: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado”. Yo soy una persona renacida pero no puedo decir que ya no peco. ¿Cómo debo comprender este pasaje?
Respuesta: Así como está escrito: “Todo aquel que es nacido de Dios...” 1 Juan 5:4 dice también: “Todo lo que es nacido de Dios...” ¿Qué nació en usted de Dios? Su espíritu. Y este espíritu nacido de nuevo es sin mancha, santo y justo. No puede pecar. ¿Pero qué en usted no es nacido de Dios? Su carne. Y esta carne puede seguir pecando pese a que usted haya experimentado el nuevo nacimiento porque Dios no renovará nuestra carne. Existe un sólo camino en que el espíritu nacido de nuevo puede desarrollarse con toda la gloria de Cristo y este es el camino de la negación permanente de la carne. Pablo lo describe de la siguiente manera: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gál. 2:20).
En la misma línea están las palabras de 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Todo lo esencial en el hombre –esto es el espíritu que salió de la mano de Dios y luego murió por el pecado–es vivificado en el momento del renacimiento y es llenado del Espíritu de Dios. Este es el hombre nuevo, y este hombre nuevo no puede pecar. Nuestro viejo hombre, nuestro yo, nuestra carne, que fue juzgada en Jesucristo en la cruz, ya no tiene derecho de existencia a los ojos de Dios. Por eso dice la Biblia: “...he aquí todas son hechas nuevas”. Y con vistas a las exigencias de la carne, podemos considerarnos como muertos para el pecado, por la fe, como lo dice Romanos 6:11: “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
W.M.