Descripción del producto
El mundo aún no se ha recuperado de la tragedia que llena nuestros corazones de dolor y consternación. Un individuo al parecer sufriendo de graves problemas psicológicos decidió poner fin a su vida y a las vidas de más de 149 personas al estrellar el avión que volaba contra una montaña de los Alpes franceses.
Las imágenes de sufrimiento el dolor y la ira en los rostros y las expresiones de la familia los amigos y el público en general han conmocionado al mundo causado angustia y dejado su marca. El anhelo incontrolable los gritos de dolor y los recuerdos se convierten en la tortura diaria de cientos de personas que perdieron a un familiar amigo o conocido en esta indescriptible tragedia.
8 minutos de la eternidad
De acuerdo con los datos técnicos disponibles la tragedia comenzó ocho minutos antes del choque cuando el infortunado copiloto decidió iniciar la caída brusca y constante del avión hasta el choque final contra las montañas rocosas.
Sin embargo según las informaciones sus 149 víctimas solo se dieron cuenta de la trágica realidad que a ellos se acercaba a pocos momentos de la colisión del avión contra la montaña. De acuerdo con los registros grabados solo se oyeron los gritos de las víctimas momentos antes del desastre.
No me puedo imaginar lo que es ver la muerte delante y ser incapaz de escapar. Una cosa es cierta: todos esos pasajeros que en esa fatídica mañana llegaron a ese avión en Barcelona creían que los llevaría a salvo hasta la ciudad de Düsseldorf Alemania. No hubo ninguno que haya elegido la tragedia y mucho menos que contara con ella.
¿Cuántas risas alegrías esperanzas y expectativas fueron compartidas durante el vuelo en los minutos antes de la tragedia? Ciertamente muchos.
Pero en algún momento alguien puso el reloj de aquellas vidas en una cuenta regresiva de 8 minutos. 8 minutos hasta la colisión fatal. 8 minutos finales de una existencia deseada pero abruptamente interrumpida.
¿Cuál es la mayor tragedia?
La cuestión crucial de la historia no debe ser determinar qué causas llevaron al copiloto a causar una tragedia como esta – aunque obviamente esto merece mucha atención y reflexión - sino saber en qué condición espiritual estaban todas esas vidas.
Lo mejor es estar siempre preparado.
Toda nuestra vida es un viaje real hasta un destino elegido previamente. Si elijo vivir con Dios y relacionarme con Él a través de la persona de Su Hijo Jesucristo tengo vida eterna y por lo tanto estoy preparado para partir en cualquier momento del viaje dejar este mundo para estar en la presencia de Dios en paz y seguridad confiando en que ÉL me recibirá en Sus brazos de amor y perdón. Pero si yo elijo vivir independientemente de Dios dándole ningún valor o significado a Sus invitaciones y llamadas para reconciliarme con Él a través del reconocimiento y la confesión de mis pecados yo estaré sin preparación arriesgándome a enfrentar la condenación y la separación eterna en cualquier momento cuando el viaje de la vida se interrumpa.
Por eso Dios nos advierte: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud antes que vengan los días malos..." "Prepárate para encontrarte con Dios."
Nadie es el dueño de su destino. Nadie puede predecir el día o la manera en que partirá para la eternidad a través de la muerte física. Es mejor estar preparado para cuando esta interrupción ocurra. Es mejor entregar nuestras vidas en las manos de Dios y depender de Él confiando en Su poder para guardarnos de todo mal o prepararnos para enfrentarlo con plena confianza y certeza del maravilloso destino que Dios ha preparado para todos los que Lo aman.
"Encomienda a Jehová tu camino confía en él y él hará." Salmos 37:5.
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