¿Pecado en el cielo?

Pregunta: ¿Cómo es que hubo pecado en el cielo?

Respuesta: Porque el “lucero, hijo de la mañana” (Is. 14:12) estaba entronado en lugares celestiales. Se nos describe aun muy gráficamente su posición celestial indeciblemente maravillosa, cfr. también Ezequiel 28:13-19. Después de que este lucero de la mañana se había convertido en Satanás–por tratar de usurpar el trono de Dios–cayó, y también muchos ángeles que se rebelaron junto con él. Des Griffin describe esta catástrofe premundial en su libro ¿Quién gobierna el mundo? entre otras cosas, de la siguiente manera:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” está escrito en la Biblia. Y el versículo siguiente reza: “Y la tierra estaba desordenada y vacía”. Lamentablemente esta es una traducción equivocada que ha desviado a muchas personas de una verdad esencial, una verdad que arroja una clara luz a sucesos pasados y presentes del mundo. En la traducción de la Biblia de Rotherdam, traducida del hebreo, encontramos la versión correcta: “Ahora la tierra había llegado a ser desordenada y vacía”. No “estaba” desordenada y vacía así no más si no fue hecha así. Entre el suceso descrito en Génesis 1:1 y la condición de Génesis 1:2 debe haber tenido lugar un acontecimiento terrible con consecuencias devastadoras. La solución de este enigma nos es revelada más tarde en el Antiguo Testamento de un modo dramático (Ezequiel 28 e Is. 14).

Satanás no cayó acaso a la Tierra sino siguió estando en los lugares celestiales, si bien en las regiones inferiores, por lo que Pablo escribe en Efesios 6:12 que no trabamos nuestra lucha contra “carne y sangre” sino contra “principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Pero ahora se va acercando de manera indetenible la hora en que Satanás y sus ángeles sean arrojados a esta Tierra, esa hora predicha en la Biblia. Según nuestra comprensión, ya está en vías de realización: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9). Ya este versículo comprueba que antes se encontraron en regiones celestiales.

Probablemente su pregunta se le planteó porque usted está convencido de que el cielo consiste sólo de gloria. Pero como la Escritura lo enseña claramente, el cielo consiste de muchos peldaños, o sea de muchas regiones. Mas donde se encuentran Dios y el Cordero, allí está la plena gloria, allí está la casa paterna con las muchas moradas. Allí no hay pecado, muerte, clamor ni tampoco sufrimiento (Apocalipsis 21:4).
W.M.

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