¡Novios no son cónyuges!
Pregunta: En nuestra iglesia, hace poco tiempo atrás, se casaron dos jóvenes, ambos de nuestro grupo de jóvenes y de familias muy cristianas. Algunas personas presentes durante la ceremonia religiosa dicen haber observado que la novia estaba embarazada. Y de hecho, pocos meses después ya les nació un hijo. Yo tuve la oportunidad de escuchar la opinión de algunos integrantes del grupo de jóvenes acerca de esto. Opinaron que no era nada grave ya que los dos se hubieran casado de todas maneras algún día, que no era nada malo que hubieran tenido que festejar la boda más temprano que lo planeado. En la Biblia no hay ningún versículo que dé clara orientación respecto a estas cosas o que prohiba las relaciones sexuales prematrimoniales. Hoy ya no piensan de un modo tan menguado como veinte años atrás.
Respuesta: ¡Novios, no cónyuges! Una novia embarazada ya no es novia sino una señora casada o una señora embarazada por fornicación. Es una excusa carente de base decir que se permite la comunión matrimonial antes de contraer el matrimonio puesto que el joven en cuestión se quiere casar con la joven de todas maneras. La experiencia muestra que promesas así no constituyen ninguna garantía. Aparte del hecho que el casamiento en un caso así ya no es casamiento sino una comedia mentirosa, ya que el vestido blanco de la novia ya no es blanco. El enlace matrimonial que se concluye en la presencia de Dios precipitadamente ya ha sido convertido en un hecho. Y el hijo que nace es un hijo extramatrimonial. Es notable que el libro de la Sabiduía de los apócrifos diga en el versículo 6 del capítulo 4: “Los hijos nacidos de coito extramatrimonial deben testificar de la maldad de sus padres cuando son preguntados”. Por eso digo a todos los novios jóvenes: presten atención a sí mismo y cuiden de que comiencen su matrimonio limpios en virtud del poder del Señor. Y ustedes que han pecado, busquen perdón por la sangre de Jesús en la presencia del Señor.
Wim Malgo