Delante de las puertas de la eternidad

Pregunta: Mi esposa y yo tenemos 89 años y hace 66 que estamos casados. Todavía estamos sanos, por lo que no podemos sino alabar y agradecer al Señor. Por favor, escríbanos una palabra personal acerca del gran viaje por el valle oscuro hacia las alturas alumbradas de la Nueva Jerusalén que probablemente tengamos que emprender pronto.

Respuesta: Sí, ustedes pronto habrán llegado al fin de su viaje terrenal, pero si ustedes saben que están abrigados en Jesús, la verdadera vida recién comienza. Cuando lleguen a la otra orilla del Jordán de la muerte, verán con asombro y adoración que todas sus tribulaciones se transformaron en una eterna e importantísima gloria (2 Corintios 4:17). Sí, las muchas preguntas aún sin respuesta en el presente tendrán todas sus contestaciones repentinamente en el bendito lugar del mas allá. Por eso, el Señor Jesús dice también en Juan 16:23: “En aquel día no me preguntaréis nada”. Prepárense conscientemente para el encuentro con el Señor, porque “bie­naventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. ¡Lo mejor aún está por venir para ustedes! Y quién sabe, tal vez ustedes –juntamente con todos los demás hermanos vivos y pese a su edad o por causa de su edad– no serán “desnudados, sino revestidos” (2 Corintios 5:4) durante el inminente arrebatamiento.

Wim Malgo

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