¿Qué pasará en el conflicto de Israel con Hezbolá en el Líbano?

Fredi Winkler

Si miramos al mundo cristiano de hoy, entonces nos damos cuenta de que el mundo cristiano está maduro para el juicio, tal como lo estaba el judaísmo religioso en los tiempos de Jesús. 

¿Qué pasará en el conflicto de Israel con Hezbolá en el Líbano, después de que la guerra en Rafah, en la Franja de Gaza, haya llegado a su fin? Fuentes israelíes señalaron que habrá algunas semanas para resolver las tensiones con el Líbano mediante negociaciones. Si esto no tiene éxito, será inevitable una guerra con el país vecino. Alrededor de 100,000 residentes israelíes en la zona fronteriza con Líbano siguen evacuados y a la espera de poder regresar y vivir de nuevo en sus casas. 

Según informaciones procedentes del Líbano, las milicias cristianas —junto con los drusos y los musulmanes suníes— están desplegando un ejército de más de 20,000 hombres para luchar contra el Hezbolá chií, para, por fin, liberar al país y permitir que sea reconstruido. El plan prevé una invasión del ejército israelí y quiere unir las fuerzas del ejército regular libanés y el israelí, para derrotar y expulsar a los invasores enviados por Irán y a sus aliados.

Líbano era considerada, en su día, la Suiza de Oriente Medio, cuando el país aún era predominantemente cristiano. Al principio, Israel no tenía problemas con esta nación vecina, pero esto cambió tras la revolución islámica en Irán. El islam chiita de Irán se ha propuesto la destrucción del Estado judío; y los iraníes empezaron a movilizar a la minoría chií del Líbano para su causa y a convertirla en una milicia leal a ellos. Esta evolución condujo a la primera guerra del Líbano en 1982, seguida de la segunda en 2006. El conflicto actual es el tercer intercambio de golpes con Hezbolá en el Líbano. 

Es significativo que Israel haya podido concluir un acuerdo de paz con Egipto y Jordania, pero no con Siria y Líbano. La razón es Irán, que quiere destruir el Estado judío; y para lograr este objetivo, necesita a Siria y Líbano como peldaños.

También cabe señalar que, desde una perspectiva bíblica, todo el Líbano forma parte de la Tierra Prometida, pero nunca perteneció a Israel. En tiempos de los reyes David y Salomón, se encontraba allí el reino del rey Hiram de Tiro, que ayudó a Salomón a construir el templo. 

Las fronteras de la Tierra Prometida se describen en detalle dos veces en la Biblia. La primera, en Génesis 34:1-12, y la segunda, en Ezequiel 47:13 hasta el final del capítulo 48, en una visión del futuro Reino mesiánico de Dios. Lo sorprendente es que, en ambas enumeraciones, el curso de la frontera es prácticamente el mismo. Por tanto, podemos afirmar que la promesa del territorio nunca se ha cumplido plenamente en el pasado y que aún espera su cumplimiento en el futuro. 

La población cristiana del Líbano siempre vio a Israel como una especie de aliado contra la cada vez más poderosa población islámica. Antes de la primera guerra del Líbano, el presidente libanés cristiano Bashir Gemayel concluyó una alianza con Israel. Como resultado, fue asesinado. Es probable que Irán ya estuviera detrás de este hecho en aquel momento y quisiera impedirlo. Irán no quiere la paz con Israel, sino la guerra; pero Dios tiene otros planes. El Líbano formará parte de la Tierra Prometida en el Reino de paz del Mesías, como previó Ezequiel. Curiosamente, algunos creen que muchos de los árabes cristianos de la región son descendientes de judíos que llegaron a la fe en Jesucristo.

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