Consecuencias sanitarias y sociales de la Guerra

Antje Naujoks

Desde el 7 de octubre, los ciudadanos israelíes duermen peor y bastante menos, comen menos alimentos sanos y fuman más. Casi el 60% de los fumadores declararon que encienden un cigarrillo con más frecuencia que antes. Muchos otros comportamientos asociados a ansias adictivas para compensar el estrés y la tensión también se han disparado en términos porcentuales. Entre los afectados hay bastantes adultos jóvenes, una generación que en la actualidad está muy solicitada en las filas del ejército en Israel. También es alarmante que la tasa de infartos haya aumentado masivamente. Bastantes medicos informan de que los pacientes acuden a urgencias pensando que sufren un ataque de pánico y luego se les diagnostica un infarto. No es solo la salud de todos los ciudadanos israelíes la que se está resintiendo de la situación a la que tiene que hacer frente el país, ahora también se hacen notar las consecuencias económicas. Cada vez menos israelíes ahorran para el futuro. Muchos tienen que pagar préstamos y apenas pueden cubrir sus necesidades básicas con sus ingresos. Esto significa, por ejemplo, que se están posponiendo gastos no esenciales como tratamientos dentales y atención odontológica preventiva. Mientras que alrededor del 31% de los ciudadanos israelíes tenían dificultades para pagar su tratamiento dental en 2022, esta cifra ha aumentado ahora al 47%.

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