Nada es imposible para Dios

Norbert Lieth

“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jer. 32:27). “Porque nada hay imposible para Dios” (Lc. 1:37). Un mensaje esperanzador.

Leí lo siguiente acerca de la historia de la empresa constructora suiza Eberhard Bau AG:

“En 1946, en un terreno pantanoso, con un capital inicial de solo 2,000 francos, los hermanos Heinrich y Rudolf Eberhard arrendaron la finca Rohrhof y 115 hectáreas de terreno, que antiguamente habían sido un pantano, al final de la pista del aeropuerto. Con 2,000 francos: ‘Imposible’, decían los agricultores de los alrededores. Actualmente, esta empresa da trabajo a 600 personas y es líder de su sector en Suiza”.

Si algo así es posible en el mundo, ¡cuánto más con Dios! El pensamiento de que nada es imposible para Dios me ha ocupado mucho en los últimos días. Constantemente nos topamos con nuestras imposibilidades y límites. Qué bueno es saber que nada es imposible para el Señor. Eso no significa que Él tenga que hacer posible todo lo que queremos para nuestras vidas, pero es maravilloso saber que es capaz de hacerlo todo y que nuestras vidas están en sus manos todopoderosas.

El versículo del Evangelio de Lucas que citamos al principio bien puede dividirse en tres partes:

1. “Porque nada hay imposible para Dios”. Estamos tratando con Dios. Él está por encima de todas las cosas. Tratamos con el que creó los cielos y la Tierra, desde el planeta más grande hasta la célula más pequeña; todo es posible. Él es nuestro Dios y podemos confiar en Él. El Señor dice a través de Jeremías: “¿habrá algo que sea difícil para mí?”. Marcos 10:27 dice: “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios”. Puso la simiente divina en una virgen, en la concepción de Jesús. ¡Cuánto más todas las cosas deben ser posibles con Él para aquellos en quienes Jesús vive!

2. “…nada hay imposible”. Solo una pequeña palabra, pero con gran significado. En ningún momento hay algo imposible para Dios. Él está siempre presente, y puede hacer en cualquier momento lo que es imposible para el hombre.

3. “…nada …imposible”. No hay nada que sea imposible para Él; Él es nuestro Dios precisamente en las situaciones en las que nosotros estamos sujetos a nuestras limitaciones.

“¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti” (Jer. 32:17). Con Dios es posible que una virgen conciba. Ante el anuncio del ángel, María había dicho: “¿Cómo será esto?”, en otras palabras: “¿Cómo sería esto posible?”. Toda la situación que rodea el nacimiento de Jesús está en manos de Dios, que mueve los hilos, guía las circunstancias, aclara los malentendidos y alivia todas las preocupaciones. Él puede hacer pasar un camello por el ojo de una aguja. Es imposible llegar al Cielo, pero Dios nos abre un camino a través de Jesús. Es imposible nacer de nuevo, solo Dios puede hacerlo. Es imposible la resurrección de entre los muertos, pero Dios la hará realidad. Es imposible lograr a través del trabajo misionero una diferencia espiritual real en las personas. Es imposible llevar, proveer y mantener viva una obra como la de Llamada de Medianoche. Cuando pienso en los gastos mensuales que conlleva el trabajo, me mareo y pienso: “¿Cómo es posible que sigamos adelante con todo esto?”.

Hay tantas preguntas y obstáculos en la vida. Dios no responderá a todo y no siempre quitará todo lo que estorba, pero el mero hecho de saber que nada es imposible para Él y que estamos al abrigo de Sus alas, rodeados de su poder, nos da serenidad. Podemos decir con Job: “Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti” (Job 42:2).

ContáctenosQuienes somosPrivacidad y seguridad