Fuerza espiritual para cada día
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él.” Colosenses 2:6
¿En qué forma nuestro andar con Dios se puede tornar inseguro e inconstante? Existen muchos hijos de Dios cuya vida espiritual está continuamente marcada por ‘altos y bajos‘. A veces marchan hacia adelante con júbilo, y otras veces quedan resignados y postrados, como Elías en el pasado, ‘debajo de un enebro‘. Pero El, el Señor, ¿es inconstante? ¿Tiene miedo? ¿Es impotente? ¡No, nunca! La Escritura dice: “El es la roca.” Es verdad que estamos rodeados por el poder aterrador de las tinieblas, pero eso no nos obliga a estar desanimados, pues andamos con el Dios vivo. No es necesario que tú pierdas el rumbo y te dejes abatir por los poderes de las tinieblas que se lanzan sobre tu vida, poderes como la melancolía, como espíritus de blasfemia, y demonios de cansancio. David exclamó delante de tales tentaciones: “Aunque ande en el valle de sombre de muerte, no temeré mal alguno.” La razón de su intrepidez fue: “Porque tú estarás conmigo.” Camina con el Dios vivo como si fuesen El y tú los únicos que existen en este mundo. Delante de El, hasta las tinieblas se tranforman en luz: “porque tú estarás conmigo.”