Fuerza espiritual para cada día
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29
¿Sabías que este Jesús, que estuvo colgado en la cruz y murió por tus pecados, es el creador de todas las cosas? ¿Sabías que el Dios eterno no se cansa ni se fatiga? Su mente es indescifrable. El se ocupa de todo el universo. En un sentido más profundo, no existen leyes de la naturaleza, sino que todo es mantenido y sustentado por una persona, Jesucristo. En Isaías 9:6 leemos: “El principado sobre su hombro.” Es como si el Espíritu Santo dijese: ese Jesús, el eterno Hijo de Dios, es tan fuerte que carga todo el universo sobre sus hombros. Ahora leamos Lucas 15:4-5. Allí le vemos como el buen pastor. Se hizo hombre y, en ese pasaje, habla de las cien ovejas que tenía, y que cuando pierde una de ellas, la sigue hasta encontrarla y, entonces, la carga sobre sus hombros. ¿Crees que esos fuertes hombros han de desbaratarse en algún momento? Oh sí, sin duda, se desbarataron bajo el peso de una carga que fue más pesada que todo el universo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” El cayó bajo el peso de nuestros pecados, pero la muerte no pudo retenerlo. ¡El resucitó y vive!