Fuerza espiritual para cada día
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
En cualquier lugar a dónde llega el Hijo de Dios existe división. Uno le dirá sí a El, mientras otro le dirá no. ¡Pero Dios toma en serio estas decisiones! Dios te toma a ti muy en serio, porque tú eres Su criatura. Cuando Dios hizo la gran obra prima de la creación del “polvo de la tierra”, un hombre a Su semejanza, El “sopló en su nariz aliento de vida.” Eso quiere decir que nos dio una naturaleza que salió de la Suya propia. La naturaleza de Dios es amor. Dios quería personas que le amasen espontáneamente, pues el amor conlleva espontaneidad. Eso significa que el hombre podía y puede escoger su propio camino. Y, de hecho, lo escogió. Escogió el pecado. Nunca podremos imaginar siquiera lo que el corazón de Dios, que es perfecto amor, sintió cuando el hombre que había creado a Su semejanza, se apartó fríamente de Su presencia, volviéndose hacia Satanás. Tan sólo aquél que ha reconocido a Jesucristo como el don de Dios, comienza a presentir algo de lo que dice Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito...” Ese es el maravilloso mensaje de la segunda opción que Dios ofrece a los hombres perdidos.