Fuerza espiritual para cada día
“Porque he aquí, él ora.” Hechos 9:11
Estas cinco palabras son muy sustanciosas. El Señor se dirige a Ananías cuando le manda a buscar a Saulo de Tarso y, también, describe donde lo podía encontrar, o sea, en un lugar de la calle llamada “Derecha”. Allí se encuentra el ciego Saulo, del cual el Señor dice: “Porque he aquí, él ora.” El Señor sabía muy bien que tanto Ananías como todos los creyentes de Damasco estaban atemorizados de Saulo. Pero él ve más allá: “Porque he aquí, él ora.” Ananías queda perplejo al recibir esta tarea de ir a Saulo de Tarso, porque él estaba orando, y objeta: “Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén...” Ananías está tan amedrentado que hasta llega a contrariar al Señor. Pero cuando el Señor dice: “Porque he aquí, él ora”, quería decir: Ahora todo es diferente para Saulo. ¡No se trata solamente de orar, sino de que oremos de tal forma que nuestras oraciones lleguen realmente hasta la presencia de Dios! Tan sólo así tendrán un efecto poderoso. La oración lo cambia todo, modifica y transforma también a aquél que la eleva. Al principio, Saulo de Tarso estaba espiritualmente muerto, pero su posterior testimonio revela el camino hacia una oración victoriosa.