Fuerza espiritual para cada día
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” 1 Corintios 9:24-25
¿Cómo conquistamos esta corona incorruptible? Por medio de la renuncia. Pablo usa la ilustración de los Juegos Olímpicos. Los atletas dejan todo lo que pueda estorbar su carrera, para poder así recibir una corona corruptible. Querido lector: Pregúntate, en todo lo que pienses hacer: ¿Sirvo mejor al Señor Jesús con esto? Entonces sabrás lo que debes hacer o dejar de hacer. Puedes encontrar el molde para su comportamiento espiritual en Colosenses 3:17: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” ¿Puedes insultar en el nombre de Jesús? ¡No! ¡Cómo se vuelve leve y gloriosa una vida que únicamente se concentra en Jesús! Guarda lo que tienes, pues: “el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.” Sigue al Señor con decisión. Consagra a El tu vida, tu corazón, tus dones, tu tiempo y tus fuerzas. Entonces también, un día, tus ojos verán al Rey en su hermosura.