Fuerza espiritual para cada día

“He aquí que vie­ne con las nu­bes, y to­do ojo le ve­rá, y los que le tras­pa­sa­ron; y to­dos los li­na­jes de la tie­rra ha­rán la­men­ta­ción por él. Sí, amén.” Apocalipsis 1:7

Hay al­go que de­be­mos ver con cla­ri­dad: El rei­na­do del Se­ñor Je­sús es una re­a­li­dad en los dí­as en que vi­vi­mos. Si en re­a­li­dad Je­sús tie­ne la po­si­ción más al­ta, si de he­cho to­do es­tá su­je­to a él, en­ton­ces el po­der de Sa­ta­nás es una men­ti­ra. El mis­mo Sa­ta­nás es el pa­dre de la men­ti­ra, se­gún las pa­la­bras del Se­ñor Je­sús. Si tú to­da­vía eres es­cla­vo del po­der de Sa­ta­nás, de los es­pí­ri­tus de de­pre­sión y de los vi­cios y pa­sio­nes os­cu­ras, en­ton­ces la Bi­blia te di­ce en for­ma muy cla­ra: “Re­sis­tid al dia­blo, y hui­rá de vos­otros. Acer­caos a Dios, y él se acer­ca­rá a vos­otros.” Ten­go mu­chí­si­mo go­zo en po­der anun­ciar la ver­dad ab­so­lu­ta de la vic­to­ria de Je­sús. La con­clu­sión es: si Je­su­cris­to, por me­dio de su muer­te en la cruz del Cal­va­rio, re­al­men­te con­quis­tó la vic­to­ria com­ple­ta, por me­dio de sus lá­gri­mas y por me­dio de su san­gre, en­ton­ces el po­der de Sa­ta­nás es ile­gal. Si tú di­ces que cre­es en Je­su­cris­to, pe­ro, de una u otra ma­ne­ra, aún es­tás pre­so, en­ton­ces es­tás pre­so ile­gal­men­te. Por­que Je­sús anu­ló, com­ple­ta­men­te, el de­re­cho que Sa­ta­nás, por el pe­ca­do, ha­bía asu­mi­do so­bre tu vi­da.

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