Fuerza espiritual para cada día
“Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.” Proverbios 14:12
Al pasar el umbral de un nuevo año, muchos se preocupan con muchas cosas. Esos pensamientos pueden ser muy opresores y paralizantes, porque siempre se ocupan de cosas terrenales. Existe, por ejemplo, el pensamiento: “Estoy envejeciendo demasiado rápido”. Eso es verdad. Si tú no tienes a Jesús, todo va cuesta abajo. En realidad, una vida que no tiene la “Vida” verdadera, la cual es Jesucristo, queda sin sentido y es algo trágico, porque, a pesar de toda su búsqueda y esfuerzo, sus más profundos anhelos de paz y felicidad nunca serán satisfechos. Por eso, tal vez ahora tú veas delante tuyo la posibilidad de morir, la convicción de tu vejez y de la inseguridad de la vida, y te sientas sin esperanza y sin consuelo. De hecho, tienes suficientes motivos para estar triste por causa del comienzo de un nuevo año, ya que tienes un futuro incierto delante tuyo. ¡Mas, feliz de aquél que tiene a Cristo en su corazón! Tal persona tiene la esperanza de la gloria. Si tú tienes a Jesús, tu envejecimiento físico no significa “estar más viejo” sino “estar más joven.” Sí, hasta podemos decir: Cuanto más viejo, tanto más glorioso. Estas no son palabras huecas, mi amigo, sino que es una realidad maravillosa, ya que: “... aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.”