Fuerza espiritual para cada día
“Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta.” Mateo 2:5
En estos días de Navidad, parecería que millones de personas creen efectivamente en el cumplimiento de la profecía bíblica que hablaba de la primera venida de Jesús. Pero, es interesante observar que esas mismas personas tienen dificultades en creer que hoy, en nuestros días, se cumplen algunas profecías hechas por Dios. Es verdad que muchos creen en la Palabra, pero no creen en su cumplimiento. La historia se repite: En ocasión del nacimiento de Jesús, los sumo sacerdotes y escribas creían con una férrea fidelidad en la Palabra de Dios y en su cumplimiento e, incluso, la citaron para responder en seguida cuando Herodes tímidamente les preguntó dónde habría de nacer el Mesías: “En Belén de Judea,” dijeron ellos. Pero, por otro lado, se negaban a creer que esta promesa podía estarse cumpliendo en aquel mismo instante. Un ejemplo bien opuesto son los sabios del oriente, que no conocían la Palabra. Pero ellos vieron la luz y, con gran convicción en su interior, siguieron la estrella, hasta que, finalmente, cuando llegaron a Jerusalén preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente.” Los creyentes de aquella época creían en la Palabra, pero no creían en su cumplimiento; los gentiles ignorantes, por el contrario, tenían la luz, creyeron en ella, la siguieron y encontraron a Jesús. Así aconteció durante Su primera venida, y así sucede hoy en día también: “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.”