Fuerza espiritual para cada día
“Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial.” 2 Corintios 5:2
Si somos hijos de Dios renacidos, entonces nuestra vida debe ser una constante demostración de que el arrebatamiento tendrá lugar. ¿Qué sucederá cuando Jesús, el resucitado, se revele en forma visible a los que le pertenecen? La respuesta está en 1 Corintios 15:51: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados.” En esa ocasión, espiritualmente hablando, la ley de la gravedad será abolida, y la ley de la muerte que nos lleva hacia abajo dejará de ejercer su fuerza. Las enfermedades y otras cosas que nos aquejan, serán quitadas de nosotros como si fueran un vestido y, entonces, seremos revestidos. En un instante estaremos desconectados de la tierra y estaremos yendo al encuentro del Señor Jesús. ¡Seremos salvos!
Pero, ahora, me gustaría hacerte una pregunta directa: ¿Tú practicas esa transformación en tu vida diaria? ¿Hay otras personas que son transformadas y renovadas por tu vida que está en “condiciones para el arrebatamiento”? ¿La vida de Jesús se manifiesta en tu vida, ya que como dice Romanos 6, en forma muy insistente, tú moriste con Cristo, de modo tal que otras personas sean liberadas, salvas y transformadas por tu ejemplo de vida? ¿Es eso posible? Sí, es más, es nuestra santa obligación.