Fuerza espiritual para cada día
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:29-30
El Señor nos hace una invitación que nos permitirá experimentar, en caso de aceptarla, dos maravillosas consecuencias. Su gracia y bondad han de esparcirse y llenar nuestra vida, en forma tal que su misericordia se renovará cada mañana. Esta doble promesa: “Yo los haré descansar” y “Hallaréis descanso para vuestras almas” es para aquellos que vienen a él, con lo cual nos hace ver que conoce nuestra naturaleza. El conoce las inquietudes de nuestro corazón y nuestra intranquilidad, la cual no conseguimos solucionar de ninguna manera. Para el día de hoy y para el futuro, yo te aconsejo: Llévale a Jesús todas tus preocupaciones, aflicciones y todas las cargas que vienes arrastrando. ¡No consultes con carne o sangre, habla tan sólo con El!