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¿Ignora el Señor determinados pedidos de oración? Sabemos que Él escucha las oraciones de los Suyos pero ¿cuántas veces usted puso delante de Él determinados motivos de oración y los resultados que usted esperaba-o ansiaba-no llegaron?
¿Se sintió molesto o llegó a pensar que Dios no estaba interesado en su problema? ¿De qué manera puede usted saber que sus oraciones están de acuerdo con la voluntad de Dios? ¿Qué papel juega el pecado no confesado en nuestra relación con Dios? ¿Se relaciona esto con Su respuesta? Estos son algunos de los cuestionamientos analizados en este libro los cuales no harán reflexionar.
La oración es uno de los aspectos más importantes de nuestra vida cristiana por eso muchos de nosotros quedamos desanimados insatisfechos desilusionados cuando miramos la calidad de nuestra vida de oración. Existe la posibilidad de sentirnos sumamente molestos cuando una oración no es respondida de la forma en que nosotros pensamos que debería serlo. No tenemos dificultad en hablar a otros sobre la Soberanía de Dios pero se nos hace muy difícil aceptar que Dios sabe lo que es mejor para nuestra vida. Muchas veces llegamos al límite nos deprimimos y desesperamos clamados al Señor para que venga en nuestra ayuda pero parece que El ha decidido no hacer nada. ¿Qué es lo que deberíamos hacer entonces? En lugar de tomar una actitud de frustración o rebeldía sería mejor evaluar como está nuestra comunión con Dios y meditar en Su Palabra.
Prepárese para conocer la vida de grandes hombres de Dios que tuvieron peticiones la cuales El decidió no contestar para así cumplir Sus propósitos y recibir la gloria. Ciertamente podrá usted identificarse con algunas de estas circunstancias. Pero más importante todavía es que esperamos que el estudio de estos personajes le ayude a comprender mejor porqué algunas oraciones son respondidas y otras no. ¡Comprenderá también que es más importante ver la situación en su conjunto para darnos cuenta que la manera en que las cosas terminan sucediendo es mejor en general que lo que nosotros mismos esperábamos!
Usted se sentirá animado edificado y exhortado por esta importante contribución de dos estudiosos bíblicos.