Descripción del producto
Este ejemplar trata de cómo el comportamiento individual y colectivo de una congregación de creyentes, es como un culto útil o uno inútil; como una reunión que lleva fruto o una reunión realizada en vano.
Hechos 2:46 nos recuerda la primera iglesia: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”.
La palabra unánimes -en un mismo sentir- es clave aquí, pues la falta de unidad hace de una iglesia alcance poco o nada de su propósito. Las contiendas entre individuos o grupos, la discriminación en sus diferentes formas, la falta de perdón, la dureza farisaica hacia los débiles, la distracción por las penas de la vida mientras se predica, el exhibicionismo, el olvido de que fuimos salvos por la gracia del Señor, y otras actitudes negativas, son causas de enfermedad espiritual en la iglesia local. Y si no está sana, no puede irradiar su luz.
En este libro se nos pide responder las siguientes preguntas:
¿Nos sometemos Dios, el amo de la casa? ¿Vamos a la iglesia para aprender? ¿Está en orden nuestra relación con Dios? ¿Está nuestro amor libre de hipocresía? ¿Llegamos a la iglesia con expectativas de aprender, crecer y luego servir? ¿Buscamos la paz en cualquier circunstancia? ¿Vivimos plenamente en la luz?
La lectura de este libro seguramente afectará su vida.