
¿Revolución petrolera en Israel?
Israel no ha sido bendecido con materias primas. En el correr de las décadas una y otra vez se supuso que Israel quizás sí podría encontrar “oro negro”. Recientemente otra vez vagaban comunicados sobre el tema “Israel y petróleo” por los medios de comunicación.
A Golda Meir le gustaba bromear: “Moisés arrastró al pueblo de Israel por un total de 40 años a través del desierto. ¿Y a dónde nos llevó? ¡Nada menos que a un lugar en el Oriente Medio que no ha sido bendecido con yacimientos de petróleo!”. De hecho, el 49 por ciento de los yacimientos de petróleo mundiales se encuentran en el Oriente Medio, pero a Israel le ha tocado muy poco de eso. Algunos, sin embargo, siguen diciendo, que es solo que Israel todavía no lo ha encontrado, pero que eso cambiará cuando se busque en el lugar correcto.
Ya durante el tiempo del mandato británico en los años del 1920, también en la región de la Tierra Santa se hacían perforaciones de prueba para ver si encontraban este recurso natural. Luego, cuando fue fundado el Estado de Israel, se tenían grandes esperanzas. En 1952, el joven Estado bajo la dirección de David Ben-Gurion aprobó la ley del petróleo, pensada para regular esta área y posibilitar la fundación de compañías de perforación propias, al igual que del Instituto Geofísico de Israel.
La primera de todas las perforaciones en la región al sur del Mar Muerto, Mazal-1, fue en vano. El primer hallazgo de petróleo fue logrado en 1955 en la parte occidental del Desierto de Neguev, cerca de la Franja de Gaza. Aun antes de que en 1960 comenzara la extracción del yacimiento de petróleo Cheletz, en 1957 se encontraron otros dos yacimientos en las inmediaciones. Los yacimientos Heletz, Brur y Kokhav fueron explotados. A partir de los años del 1960 se extrajeron casi 18 millones de barriles de petróleo en esa zona –una cantidad muy pequeña en comparación a la demanda del país, que está en 300,000 barriles diarios.
Además se encontró petróleo cerca de Zur Tamrur, en la orilla oeste del Mar Muerto, pero también allí se trataba tan solo de una cantidad pequeña. Cuando Israel conquistó el Sinaí en la Guerra de Seis Días, también cayó en sus manos el pozo petrolero Abud Rudeis, del cual Israel pudo cubrir casi el 65 por ciento de su demanda de petróleo hasta el 1975. Como consecuencia del final de la Guerra de Yom Kippur, sin embargo, Israel perdió el acceso a dicho pozo. Por un tiempo, Israel todavía aprovechó un pozo petrolero nuevo, descubierto en el Sinaí, al que se le dio el nombre Alma. Pero con el cierre del contrato de paz con Egipto, Israel devolvió el Sinaí.
En total se realizó 450 perforaciones de prueba en Israel, tanto en tierra como también ante las costas del país. En dos de la perforaciones en el mar –los así llamados Pozos Yam-2 y Yam-Yaffo-1– se encontró petróleo, pero también aquí en cantidades que no eran interesantes comercialmente. Contrario a eso, la historia de éxito de las perforaciones de prueba que en 2010 llevaron al hallazgo de yacimientos de gas natural parece un milagro. Mientras que ya casi no había empresas israelíes en el país que buscaran petróleo, sigue habiendo emprendimiento extranjeros, a menudo también con trasfondo cristiano, que continúan la búsqueda. Entre ellos también John M. Brown con su empresa Zion Oil & Gas Inc., quien como motivación señala Génesis 49:25: “Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo…”. Para las perforaciones de prueba de su empresa utiliza un mapa en el cual están marcadas las regiones de las tribus de Israel, porque cree firmemente que la mención de Aser, quien “moje en aceite su pie” (Dt. 33:24) no debe ser tomado como unción, sino como bendición de petróleo. Como también hay otros que parten de la base que en Israel aún se puede encontrar pozos de petróleo muy grandes, la búsqueda continúa.