
¿Qué posibilidades tiene Israel de lograr la paz con Arabia Saudita?
El nuevo primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, es considerado en la escena internacional como un hombre muy inteligente que no solo sabe aprovechar los acontecimientos en el momento oportuno, sino que también es capaz de sentar las bases de alianzas inesperadas. Por ello, últimamente se ha especulado mucho sobre la dirección que está tomando la política exterior de Israel. Según la prensa, en las últimas semanas han aumentado los contactos entre Arabia Saudí y el Estado judío—esto ha alimentado aún más las especulaciones. Netanyahu las alimentó aún más al anunciar su intención de ampliar la comunidad de Estados que se han adherido a los “Acuerdos de Abraham”. Además, se supo que cada vez viven más comerciantes judíos en la ciudad de Riad, para quienes la archiconservadora casa gobernante saudita permite ahora servicios religiosos. Los numerosos rumores llevaron al príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, a establecer públicamente unas condiciones claras para la paz con Israel: 1. Ninguna anexión de alguna parte de Cisjordania. 2. Ningún cambio en el statu quo por parte de Israel en Jerusalén en general y particularmente en el Monte del Templo. 3. Que Israel colabore a elevar el nivel de vida de los palestinos (para lo cual el príncipe heredero saudita pide la cooperación del gobierno estadounidense). 4. Que Estados Unidos reconozca a Arabia Saudita como socio estratégico y venda armas avanzadas a su país. Estas condiciones crean grandes obstáculos, por lo que un tratado de paz entre Israel y Arabia Saudita no parece estar al alcance de la mano. Y, sin embargo, de este modo, se generó actividad acerca de esta cuestión.