Medio millón para un sepulcro de profeta

Antje Naujoks

El presidente de los EE.UU., Donald Trump, repetidamente ha dejado claro que él ya no ve a América del Norte como “policía del mundo”, y que la generosidad financiera de aquí en más tendrá límites. Aún así, los EE.UU. dan una suma considerable para la restauración de un lugar judío en Iraq.

Él era un profeta cuyo trabajo nos es transmitido en el Antiguo Testamento entre Miqueas y Habacuc, ambos profetas considerados de renombre. La historia ve en él a uno de los “profetas menores”, si bien el Antiguo Testamento en el libro de este profeta nos presenta una descripción muy viva y poética del final del reino asirio y de su capital Nínive, ciudad enemiga de Israel, conocida mucho más allá de las fronteras. Al profeta Nahúm, cuyo nombre puede ser traducido como “consolador”, la Biblia le da el séptimo lugar entre los profetas menores, e indica que él proviene de Elcos. Otros datos certeros sobre su persona no nos fueron trasmitidos. Se debe partir de la base que él viviría a principios del siglo seis antes de Cristo, ya que la destrucción asiria está documentada para el 612 a.C. También existen indicios de que él temporalmente residiría en Jerusalén. Más allá de esto, con respecto a este profeta, juega un rol la localización de Elcos. Mientras que algunos suponen que este lugar habría estado en Galilea o Judea, otros lo identifican como ubicado en la ribera este del Tigris, es decir en el actual Iraq, apenas unos 50 kilómetros de Mosul.

Para el pueblo de Alqosh que hoy se encuentra en la región estatal del Iraq no existen números exactos de habitantes. Allí tuvieron lugar combates amargos de los kurdos Peshmerga contra el Estado Islámico, y sobre todo, el grupo cristiano tuvo que sufrir mucho de manos de la población de los asirios: es una ciudad pequeña, que a partir del siglo séptimo d.C. llegó a ser un lugar significativo para la iglesia oriental caldea. Allí, en un tiempo, también existió una comunidad judía que, sin embargo, encontró su fin en 1948. Por temor por sus vidas a causa de las persecuciones que comenzaron con motivo de la fundación del Estado de Israel, los miembros de dicha comunidad judía allí existente desde tiempos antiguos tuvieron que huir. Al irse, la congregación judío-kurda entregó las llaves de su sinagoga renovada en 1796 a un cristiano del lugar, quien prometió cuidar el edificio y el sepulcro del profeta Nahúm.

Como ya mencionamos, hubo acciones bélicas fuertes en el contexto de los esfuerzos internacionales de poner fin al califato de la organización terrorista radical Estado Islámico. A principios de 2017 quedó claro: la sinagoga, y con eso también el sepulcro de este profeta, quien en la iglesia oriental tiene el estatus de santo, y quien también encontró su lugar en el calendario de santos de la iglesia apostólica-armenia, quedaron en una condición desolada. Los ingenieros presentes en el lugar anunciaron en aquel tiempo, que había peligro de derrumbe para ese lugar que, desde hace siglos, para los judíos tradicionalmente es un lugar de peregrinación en Shavout, la llamada fiesta de las semanas. En aquel entonces, hubo organizaciones sin fines de lucro que enseguida se hicieron cargo del asunto. Ellos reunieron donaciones para evitar lo peor, para que a este lugar histórico de importancia religiosa no le sucediera lo mismo que a tantos otros lugares en esa región. Primeramente, se trataba tan solo de trabajos básicos de estabilización. La organización Alliance for the Restauration of Cultural Heritage, bajo el acrónimo ARCH, que se dedica exclusivamente a medidas de mantenimiento de lugares culturalmente significativos, reclutó a otros gremios de modo que los trabajos de estabilización pudieron ser concluidos en enero de 2018.

Si bien con eso este lugar, cuya construcción original fue realizada hace alrededor de     1 500 años, estaba a salvo, todavía se encontraba en una condición nada buena, lo que fue confirmado por Sherzad Omar Masmani, quien trabajaba como representante de los judíos kurdos para asuntos religiosos del gobierno regional-kurdo. Él también enfatizó: “Este lugar no solo para los judíos es de significado primordial. Es un lugar importante de la historia de la humanidad, de modo que todos tienen responsabilidad por su mantenimiento.”

A fines de abril de 2019, los EE.UU. se hicieron cargo de una parte de esa responsabilidad al proveer medios financieros sustanciales de     500 000 dólares estadounidenses. Eso posibilitará la restauración de esta sinagoga, en la cual, según la tradición, se encuentra el sepulcro del profeta Nahúm, de modo que los peregrinos de las grandes religiones monoteístas del mundo puedan visitar este lugar no solamente con seguridad, sino que también puedan disfrutar de un lugar de peregrinaje religioso restaurado dignamente, como lo mencionó el consulado estadounidense en Erbil acerca de esta donación.

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