La importancia de la ruta Philadelphia
Es una franja de tierra de unos 14 kilómetros de longitud: la ruta de Filadelfia marca la frontera entre Egipto y Gaza. Después de la retirada israelí de Gaza en 2005, la soberanía sobre este corredor pasó a Egipto. La renuncia a esta parte de la Franja de Gaza fue objeto de controversia en Israel en ese momento. También se expresó la preocupación de que esto facilitaría que los movimientos palestinos radicales se armaran. Estas preocupaciones se han hecho realidad, porque bajo el presidente egipcio Morsi, cercano a los Hermanos Musulmanes, floreció el contrabando superficial y subterráneo a través de la frontera de su país hacia Gaza. El actual presidente egipcio, Sissi, con quien Israel tiene excelentes relaciones, respondió con medidas duras. Sin embargo, no existe un control total. Israel sabe que se han construido nuevos túneles de contrabando. De ahí el temor de que algunos líderes de Hamás hayan huido al Sinaí, tal vez incluso con rehenes. Hasta ahora, Israel ha estado militarmente activo en la Franja de Gaza, principalmente en el norte y el centro. A la población de Gaza se le indicó la ruta de escape hacia el sur, de modo que la mayoría de los residentes de Gaza se encuentran ahora cerca de la zona fronteriza. Por ello, para alcanzar el objetivo mínimo (desarmar a Hamás), Israel considera imprescindible actuar en la región de la ruta Philadelphia, donde también se encuentran la ciudad palestina de Rafa y el paso fronterizo del mismo nombre con Egipto. Hamás sigue actuando aquí como soberano. En última instancia, esta organización terrorista representa un peligro no solo para Israel sino también para Egipto, aunque el Gobierno egipcio advirtió a Israel que no emprendiera acciones militares en la frontera. Este es otro dilema político y militar para Israel.