Israel sigue siendo escéptico sobre Siria

Antje Naujoks

El mundo occidental mira a Siria con esperanza. Por supuesto, siempre hay que ser optimista y no dejar que las oportunidades inesperadas se desperdicien debido a ideas preconcebidas. Así lo ilustra un hecho sorprendente en Israel que nadie esperaba: ciudadanos sirios que viven cerca de la frontera con Israel organizaron la carga de armas de los arsenales del régimen de Assad en camiones y su traslado a Israel. Su objetivo era sacar esas armas del país para que no cayeran en manos equivocadas. No se trataba sólo de armas convencionales y munición, sino también –según informaron los medios de comunicación– de “material para la guerra química”.

Este incidente es notable en muchos aspectos. La participación de rebeldes que anteriormente habían luchado contra el régimen de Assad fue especialmente sensacional. Esta inusual cooperación despertó un gran interés en Israel y suscitó nuevas esperanzas. Sin embargo, sigue siendo necesario actuar con cautela: Aunque Estados Unidos ha retirado la recompensa de 10 millones de dólares que ofrecía por el islamista  radical y líder de los rebeldes de Hayat Tahrir al–Sham (HTS), Ahmed al–Sharaa –más conocido como Abu Mohammad al–Jolani–, Israel sigue mostrándose escéptico.

Uno de los motivos de cautela es la frágil situación en Siria, que actualmente carece de un liderazgo estable y donde podrían estallar nuevos combates en cualquier momento. Además, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar (Nueva Esperanza), junto con destacados expertos en Siria, expresaron sus dudas sobre el supuesto cambio y las buenas intenciones de al–Yolani. Le consideran a él y a sus combatientes más un jefe de banda que una personalidad capaz de dirigir un Estado estable. Sa’ar advierte de que Occidente podría respaldar acríticamente a los nuevos gobernantes de Damasco y de la región, sobre todo teniendo en cuenta que los rebeldes del HTS no controlan en absoluto toda Siria.

Aunque las garantías de distanciamiento del islamismo radical parezcan creíbles, persiste la incertidumbre. No se puede descartar que el pueblo sirio y posiblemente también Israel se enfrenten a un giro de 180 grados. Israel no busca una escalada, pero debe tomar medidas proactivas para garantizar que la seguridad del país siga estando lo mejor protegida posible.

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