El mundo contra Israel
El antisemitismo y el odio hacia Israel proliferan en todo el mundo, y ahora las tendencias antiisraelíes se ven avivadas por nuevos nombramientos para puestos de importancia internacional. La ONU ha nombrado a la política holandesa Sigrid Kaag nueva coordinadora humanitaria para la Franja de Gaza. Ella es conocida por adoptar una postura claramente contraria a Israel, lo que probablemente tenga algo que ver con el hecho de que está casada con Anis al-Qaq, que fue viceministro del líder de la OLP, Yaser Arafat, en la década de 1990. Su nombramiento dejó a Israel tan boquiabierto como el de Pierre Krähenbühl. Antes de que el suizo fuera nombrado Comisionado General de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon en 2013, trabajó para la Cruz Roja Internacional en la década de 1990. Ahora la Cruz Roja le ha nombrado director general. Para muchos israelíes, es la confirmación de que la Cruz Roja no cumple con sus deberes humanitarios cuando se trata de los destinos israelíes. Pero Sudáfrica ha llevado al colmo esta tendencia. Citando la Convención contra el Genocidio de la ONU, de la que Israel también es signatario, Sudáfrica ha pedido a la Corte Penal Internacional que califique de genocidio las acciones de Israel contra Hamás. Israel ya se ha opuesto claramente a ello, pues para Israel, lo que hizo Hamás el 7 de octubre es un genocidio en el que se empleó la violencia más cruel. Lo que vemos aquí es un mundo enfermo de ideología ciega, antisemitismo que pone el grito en el cielo y solidaridad moralmente cuestionable con un pueblo cuyos dirigentes no dudan en propagar el terror.