
El carácter del reino de David
Sobre este tema hay un debate de décadas, en el que los historiadores como también los arqueólogos toman puntos controvertidos. En el contexto de un nuevo hallazgo arqueológico, este planteamiento recibió un apoyo que sigue las indicaciones de la Biblia.
Ya desde hace décadas, la investigación se ocupa de este tema por el carácter de las antiguas estructuras gubernamentales en Israel y Judea. Historiadores y arqueólogos debaten, por ejemplo, si en el tiempo del Rey David e inmediatamente después, su reino habría estado bien establecido en las demás regiones del país por ciudades fortificadas e infraestructuras de administración establecidas. Las opiniones se dividen. En vista de un nuevo hallazgo arqueológico, nuevamente estalló este debate, y no solo entre expertos israelíes, si bien ellos en este asunto son decisivos.
En este debate, el cual naturalmente también trata de tradiciones que según algunos expertos plantean preguntas, sobre todo juega un rol la región Lakhish y la ciudad bíblica del mismo nombre Lachish. La región de Lakhish se extiende entre las montañas de Hebrón y la costa del Mediterráneo, y también es conocida como Sefelá. La Biblia menciona a Lachish por primera vez en el libro de Josué, en el capítulo diez. Tanto antes de este tiempo como también después, la ciudad fue destruida repetidamente por incendios o asedios, y varias veces fue reconstruida. Lachish, que ya fue mencionado en las cartas Armana –una correspondencia diplomática entre la administración egipcia y sus representantes en Canaán a mediados del siglo 13 a.C.– además es mencionado varias veces en el segundo libro de Reyes al igual que en los libros proféticos de Isaías, Jeremías y Miqueas.
Este asentamiento antiguo situado alrededor de 44 kilómetros al suroeste de Jerusalén, que en aquellos tiempos estaba a una distancia de dos días de viaje de la Ciudad Santa, está rodeada por tierras fértiles, cuyo aprovisionamiento de agua está asegurado por varias fuentes. Dicha localidad además se encuentra en un sitio estratégicamente significativo: en la carretera comercial más importante de la llanura costera hacia Hebrón con vista excelente en ambas direcciones. Algunos consideran a Lachish como la ciudad militar y de residencia más grande y significativa después de Jerusalén, mientras que otros siguen teniendo dudas en cuanto a esto al señalar que el reino de David no disponía de ciudades bien fortificadas en la periferia de su región de influencia. Algunos dudan de la existencia de un reino influyente de aquel tiempo reinado por el David nacido en Belén, quien avanzó de pastorcillo a héroe guerrero y finalmente a soberano.
En el Tel Lakhish, la antigua región de colonización, al igual que en el entorno, los arqueólogos están investigando intensivamente desde hace unos 80 años. Durante ese tiempo, los científicos siempre estuvieron a la búsqueda de fortificaciones para así terminar, de una vez por todas, el debate descrito anteriormente. Todo se trata de un tiempo a partir del 1 000 a.C., del rey David pasando por su hijo el Rey Salomón, cuyo hijo, el rey Roboam y hasta el tiempo del nieto de este, el rey Asa, sobre los que, entre otros, nos informan los libros bíblicos 1 Reyes y 1 Crónicas. En el tiempo de gobierno del Rey Roboam (931-914 a.C.) dice por ejemplo: “Habitó Roboam en Jerusalén y edificó ciudades para fortificar a Judá. Edificó Belén, Etam, Tecoa, Bet-sur, Soco, Adulam, Gat, Maresa, Zif, Adoraim, Laquis, Azeca, Zora, Ajalón y Hebrón, que eran ciudades fortificadas de Judá y Benjamín. Reforzó también las fortalezas y puso en ellas capitanes, provisiones, vino y aceite; en todas las ciudades había escudos y lanzas. Las fortificó, pues, en gran manera; y Judá y Benjamín le estaban sujetos” (2 Cr 11:5-12).
A pesar de búsquedas arqueológicas intensivas ya anteriores a la fundación del Estado de Israel y con la participación de universidades e instituciones tanto israelíes como extranjeras, recién hace poco tiempo atrás se encontraron fortificaciones que deben ser denominadas como masivas. El Profesor Yossi Garfinkel, director del departamento de arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la primavera de 2019, pudo anunciar que se hizo este descubrimiento en Lakhish, que por carbono-datación de semillas de olivos encontradas en la capa relevante, permite ser datado exactamente en el tiempo del rey Roboam. Con esto a sus colegas, que representan el enfoque minimalista e insisten en que las indicaciones de los textos bíblicos no pueden ser corroboradas por hallazgos arqueológicos, Garfinkel les puede presentar fortificaciones datadas exactamente en el período relevante. Si bien, a pesar de esto, él no logra convencer a todos los seguidores del enfoque minimalista, tampoco aquellos colegas que desde el principio básicamente estaban de acuerdo con Garfinkel, están totalmente de acuerdo con sus interpretaciones adicionales.
Garfinkel está convencido de que este reino creció gradualmente, mientras que la mayoría de sus colegas que siguen su enfoque creen, que surgió repentinamente. Garfinkel cree estar en la pista de un proceso histórico: David primeramente fundó su dominio por siete años en Hebrón, para luego conquistar Jerusalén. En lo subsiguiente amplió su reino, primero a un día de marcha de Jerusalén en Khirbet Qeiyafa, cuyas excavaciones Yossi Garfinkel terminó recién hace algún tiempo atrás. El nieto de David, Roboam, luego fortificó Lakhish, a dos días de marcha de la Ciudad Santa, y sus descendientes finalmente ampliaron el reino en dirección sur hasta una distancia de tres días de marcha, hasta Arad y Beersheva. Si bien puede que el debate no esté superado, sin lugar a dudas este es otro descubrimiento destacado que, aun después de 3 000 años, refleja las infraestructuras descritas en la Biblia.