¿Comienza occidente a comprender a Israel?

Zwi Lidar

Por primera vez, los representantes de la Unión Europea votaron en contra de resoluciones anti-israelíes del Consejo de Derechos Humanos reunido en Ginebra. Representantes de organizaciones judías también se opusieron haciendo una manifestación en dicho lugar.

Desde la fundación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Humanas en el año 2006, los representantes se han dedicado casi exclusivamente a los “crímenes” del Estado judío y a sus “infracciones contra los derechos del pueblo palestino”. Y para que de modo alguno tuviera lugar una sesión sin que se critique a Israel, se estableció en el “Párrafo 7”, que en cada una de las reuniones de este gremio, que son celebradas cuatro veces al año, Israel automáticamente debe estar en la agenda; esto, por supuesto, en conexión con los temas de los asentamientos israelíes y los derechos humanos. Este gremio debía dedicarse a las infracciones contra los derechos humanos en el mundo entero. No obstante, desde su fundación, ha aprobado más resoluciones contra Israel que en total contra los sucesos en el Irán, en Corea del Norte y en Siria. Es suficiente con solo pensar en los civiles sirios que en los últimos años han sido asesinados de a cientos de miles por el Dictador Assad, para comprender hasta qué punto las resoluciones de este gremio de la ONU no reflejan la realidad, sino que la tergiversan.

Sin embargo en la 41era. sesión ocurrió un cambio dramático. En la agenda estaban, como de costumbre, varios temas relacionados con Israel, temas que todos en su enfoque podían ser denominados de anti-israelíes. Tan solo bajo el Párrafo 7 se habían preparado cinco bloques de temas diferentes que se dedicaban a “infracciones contra derechos humanos en Cisjordania y en la Franja de Gaza” y a “infracciones de los derechos humanos contra los habitantes no-judíos de los Altos del Golán”. Otro punto de la agenda mostró que habría un debate acerca de un informe presentado por una comisión especial fundada en junio de 2018, que trabajó sobre el tema de “infracciones contra derechos humanos en conexión con las manifestaciones en la frontera con Gaza”. Las conclusiones de este informe, presentado a principios de 2019, sugieren que en esos procedimientos incluso se tratan de “crímenes de guerra israelíes”. Como informamos hace algunos meses atrás, dicho informe contiene acusaciones graves contra Israel, las cuales brillan por una tergiversación u omisión de los hechos verdaderos. Con respecto a las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) se enfatiza allí que se debería partir de la probabilidad de que los soldados israelíes habrían cometido crímenes de guerra, porque los francotiradores habrían disparado a civiles, entre ellos, mujeres y niños, “a pesar de que estos no estaban directamente involucrados en las medidas enemigas y por eso no constituían una amenaza inmediata.”

No obstante, cuando se votaba justamente con relación a esto, sucedió un cambio dramático. Por primera vez en la historia de la existencia de este gremio, el Estado judío no se tragó los golpes, sino que los devolvió. En la víspera del debate, llegaron a Ginebra alrededor de mil representantes de unas 27 organizaciones judías diferentes de todo el mundo, para hacer manifestaciones delante de la sede de este gremio de la ONU y, a su vez, denunciar las “infracciones contra los derechos humanos israelíes que son ignorados por las Naciones Unidas”. Acerca del transcurso de la manifestación dijo Hillel Neuer, quien cumple la función de director ejecutivo de la organización no-gubernamental UN Watch fundada en 1993: “Las distorsiones de facto y la demonización del pueblo judío llevan a que la ONU infrinja contra los principios que ella misma estableció en cuanto a universalidad y equiparación”.

Nunca antes judíos al igual que no-judíos habían expresado su protesta contra los procedimientos en una dimensión de este tipo. El eco podía ser escuchado hasta dentro de la sala de sesiones. Si bien el informe juntamente con sus suposiciones finalmente fue aprobado con 23 voces a favor, 15 abstenciones y ocho votos en contra, se pudo observar un cambio en las filas de aquellos representantes que estaban presentes por la UE. En el pasado, se contenían cuando se trataba de resoluciones anti-israelíes, y sencillamente no daban sus votos. Esta vez, no obstante, ellos votaron en contra de la aprobación de la resolución que tenía que ver con el informe. Hubo solamente una excepción: Gran Bretaña retuvo su voto también esta vez, al igual que las anteriores. Este nuevo comportamiento electoral se repitió cuando se votó con respecto al Párrafo 7 ya mencionado. Los representantes de la UE dejaron claro que ellos consideran este párrafo, que automáticamente pone temas israelíes en la agenda, como desequilibrado. Ahora es de esperar lo que ocurrirá en la 42da. sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, planificada para junio de 2019.

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