
Casi cinco millones de personas recuperan su nombre
Yad Vashem es probablemente uno de los lugares más importantes de Israel. Ningún invitado oficial puede eludir una visita al monumento nacional del Holocausto del pueblo judío por los nazis, porque este periodo histórico del siglo XX —uno de los capítulos más oscuros de la historia judía— es parte integral de la imagen que Israel tiene de sí mismo. Desde su fundación, el Estado judío se ha considerado un refugio seguro para los judíos de todo el mundo, y más aún cuando estos se encuentran en apuros, un hecho que pesa aún más, en vista del antisemitismo rampante. Durante años, la conmemoración israelí ha aplicado muchos esfuerzos por devolver sus nombres a los judíos asesinados por los nazis. Las políticas nazis habían borrado la identidad de estas personas, al solo proveerlos con números en los campos de concentración. Muchos otros nombres también fueron borrados, ya que los judíos perecieron en masacres de diversa índole. A menudo, no solo familias enteras, sino también pueblos judíos enteros fueron aniquilados, por lo que hoy es difícil encontrar nombre a todas las víctimas de la persecución nazi. Los documentos nazis y las pruebas de todas las fuerzas aliadas, demuestran que más de seis millones de miembros del pueblo judío fueron asesinados en el Holocausto. Hace solo unos años, ni siquiera se podía darse nombres a la mitad de estas víctimas. Yad Vashem dedicó todos sus esfuerzos a esta tarea y recientemente anunció que las identidades de 4,800,000 hombres, mujeres y niños judíos asesinados durante la Shoa pudieron ser aclaradas y serán honradas por este monumento. La dirección de Yad Vashem cree que en los próximos años se superará la marca de los cinco millones. Solo en el Monumento a los Niños de Yad Vashem, se tardaría más de tres meses en dar lectura a los nombres, año de vida y país de origen de los 1.5 millones de niños que fueron asesinados entre 1933 y 1945.