¿Qué es el Arrebatamiento?

Mark Hitchcock

Se especula y discute mucho sobre el así llamado «arrebatamiento» de los creyentes. Pero ¿de qué se trata, en realidad? Y ¿qué significa el arrebatamiento para nosotros? Lea este breve resumen.

El Arrebatamiento es un acontecimiento futuro en el cual Jesucristo descenderá del Cielo, los cuerpos de los creyentes muertos resucitarán y los cuerpos de los creyentes vivos serán transformados en un instante, en la gloriosa presencia del Señor. Entonces Él los llevará al Cielo donde vivirá con ellos eternamente. El Arrebatamiento es la gozosa esperanza de la Iglesia.

El pasaje de 1 Tesalonicenses 4:13-18 contiene siete puntos importantes que resumen la preciosa verdad del arrebatamiento.

El conocimiento
Al principio, Pablo nos muestra que debemos saber qué es el Arrebatamiento.

«Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él» (1 Ts. 4:13-14).

El Señor quisiera que cada creyente conozca la verdad sobre el Arrebatamiento. No quiere que ignoremos tan importante hecho. En un chiste, se cuenta que la denominación que más crece en Estados Unidos es la «iglesia de los hermanos ignorantes». Pero el Señor no quiere dejarnos en la ignorancia en cuanto a la verdad del Arrebatamiento.

Lo primero que quiere comunicarnos al respecto es el hecho de que nuestros familiares y amigos creyentes que ya fallecieron no se perderán el Arrebatamiento. Cuando venga Jesús, traerá con Él a los espíritus perfeccionados de los creyentes que ya murieron. Esta verdad da consuelo y esperanza a nuestros corazones y suaviza nuestro dolor cuando perdemos a personas amadas. La muerte de los creyentes no es una despedida eterna– en el arrebatamiento habrá un reencuentro.

La revelación
Además, Pablo quiere darnos a entender sin ninguna duda que sus palabras provienen directamente del Señor: «Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor» (v. 15). Sus palabras son revelación de Dios. Lo que nos dice, no es un invento suyo.

El regreso
En su regreso, el Señor Jesucristo vendrá en las nubes, y habrá tres fenómenos que lo acompañarán: la voz de mando, la voz de arcángel y la trompeta de Dios.

«…que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero» (vv. 15b-16).

Esta voz de mando es la última de tres voces de mando de nuestro Salvador, y en cada una de ellas se trata de la resurrección de muertos (comp. también Juan 5:28-29).

La voz de mando en el cementerio, cuando fue resucitado Lázaro (Juan 11:43-44)

El clamor de Jesús en la cruz, cuando fueron resucitados los muertos (Mateo 27:50-53)

La voz de mando desde las nubes, cuando los muertos serán resucitados en la venida del Señor Jesús (1 Tesalonicenses 4:16).

La resurrección
Cuando Cristo baje del Cielo, primero serán resucitados los cuerpos de los creyentes muertos y reunidos con sus espíritus perfeccionados, que habrán venido con el Señor Jesucristo: «los muertos en Cristo resucitarán primero» (1 Ts. 4:16b).

Sus cuerpos serán cuerpos glorificados e incorruptibles, hechos para el Cielo (1 Corintios 15:35-56; 2 Corintios 5:1-5; Filipenses 3:20-21).

El Arrebatamiento
Inmediatamente después de la resurrección de los creyentes que ya murieron, serán transformados los cristianos vivos. Se encontrarán en la presencia de Cristo sin tener que pasar por la muerte física. «Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes» (v. 17a).

1 Corintios 15:51 es una descripción acertada de lo que algunos de nosotros experimentaremos en el momento del Arrebatamiento: «No todos dormiremos; pero todos seremos transformados». Millones de creyentes nunca conocerán el aguijón de la muerte–en un instante se encontrarán trasladados a la presencia del Señor en las nubes (1 Corintios 15:52).

La reunión
Los muertos en Cristo y los santos vivos serán arrebatados juntamente: «Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor» (1 Ts. 4:17).

¡Será una reunión maravillosa, cuando todos los creyentes de la Edad de la Iglesia lleguen a la presencia de su fiel Salvador!

El consuelo
El conocimiento del Arrebatamiento da consuelo y esperanza a todo el pueblo de Dios, especialmente cuando extrañan a un ser amado que durmió en Cristo: «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras» (v. 18).

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