Fuerza espiritual para cada día
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.” 2 Corintios 10:4
Si nuestros pensamientos son puros, llenos de amor, entonces emana de nosotros una atmósfera bendita y beneficiosa. Pero si son malos y desagradables, es mejor que te quedes solo porque, entonces, transmites una atmósfera pesada y tensa y un día la comunión, en que vives y trabajas, será destruída. Se dice que esto sucede por agresiones reprimidas pero, dicho más concretamente, la causa son los malos pensamientos acumulados en tu interior contra tu hermana y tu hermano. Si el diablo tiene poder sobre el mundo de tus pensamientos, entonces llévalos cautivos a Jesucristo. Entonces ten confianza y esperanza, porque la siguiente promesa del Señor también es válida para ti: “He aquí, os doy autoridad... sobre todo el poder del enemigo.”
Los pecados de la mente y de la lengua son hermanos gemelos. ¡Ay de nosotros, si son encendidos por el infierno! ¡Pero Jesús es vencedor! El ganó la vida eterna para todos nosotros, entregando Su propia vida. El no se dejó provocar. El no aceptó el desafío de sostener Su derecho. ¡El permaneció, como Cordero de Dios, en la cruz y venció definitivamente al enemigo que te asedia!